HENKO [Tk/Vk] [EDITANDO]

I

Jungkook mantenía sus manos en el aire mientras movía las caderas de un lado al otro, con la música alta llenando todos sus sentidos.

El alcohol manteniéndolo intoxicado al grado de no saber que hacía o a donde se dirigía en aquel momento.

Todo el mundo conocía a Jeon Jungkook, el chico problema de la familia Jeon, aquel que parecía ser una decepción para todo el mundo. Y él, amaba esa imagen que el mundo tenía de su persona.

No había nada más satisfactorio que ver a sus padres con el rostro rojo de ira tras haber oído las nuevas noticias de su pequeño hijo.

El teléfono sonó en aquella mesa llena de botellas y Jungkook se acercó tambaleándose, sonriendo al ver el nombre de su padre en la pantalla.

Respondió, esperando los gritos del otro lado, sin embargo, no hubo nada más que una voz tranquila.

– ¿Dónde estás?    

Fue lo que le escuchó preguntar.

– En un antro – respondió, caminando hacia los baños, encerrándose en uno para poder responder – ¿Por qué?

– Los medios han publicado… ¿Qué se supone que buscas con todo esto? ¿Un antro gay? Buscas darte la peor de las reputaciones.

Jungkook se rio socarrón.

– Mph, que te puedo decir. Me gustan estos lugares, los hombres me gustan mucho.

Jungkook sonrió porque sabía que era una total mentira. Jamás en su vida le había llamado la atención un hombre.

– Haz lo que quieras, solo quítate mi apellido, no me gusta que pongas en vergüenza a nuestra familia.

– Yo no pedí tu apellido, tú decidiste-

– Debí haberte dejado en la casa hogar.

Jungkook mantuvo su vista fija en la nada y se quedó sin palabras tras oír aquello, porque aunque sabía la verdad, aunque hubiera esperado toda su vida para oír aquello. No sé sintió cómo esperó.

La puerta de aquel cubículo se abrió y un hombre el doble de grande que Jeon se logró ver, pareciendo bastante molesto. Y palideció al reconocerlo.

– Te dije que daría contigo, Jeon Jungkook.

Jungkook tocó su cabeza y dejó salir un quejido ante el fuerte dolor en ella. Definitivamente beber tanto no era una buena idea, ahora lo sabía.

Suspiró y miró a todos lados sin reconocer el lugar.

– ¿Otra vez me quedé en un hotel? – preguntó confundido – nunca me he quedado en un hotel tan barato – murmuró viendo las mantas con las que estaba cubierto y los muebles de muy mal gusto – que horror, necesito salir de aquí.