L

22K 3.4K 695
                                    

Jungkook sonrió en cuanto logró dar con Taehyung y corrió hacia él, brincando hasta que sus piernas fueron tomadas por las manos ajenas, rodeando su cintura con ellas y abrazando el cuello de su esposo con ambas manos.

– ¡Todo salió bien! – exclamó Jeon con total felicidad – ellos ya no serán un problema para nosotros.

Taehyung mantenía una enorme sonrisa genuina en el rostro mientras abrazaba con fuerza a su Omega. Estaba demasiado feliz, ambos lo estaban.

Jungkook bajó hasta que sus pies tocaron el suelo y sonrió al alfa.

– Realmente hicimos un buen trabajo en equipo.

– Somos un gran equipo – respondió el alfa, sus ojos abriéndose en grande cuando el Omega se acercó a dar un beso en sus labios.

Taehyung tomó la nuca del Omega y tiro de él hasta que sus labios se tocaron de nuevo en un lento pero dulce beso, sonriendo cuando Jungkook lo abrazo, escondiendo su rostro entre la curvatura de su cuello.

– ¿Por qué estas apenado? – preguntó Taehyung con gracia.

– A ti que te importa.

El alfa se rio, sin embargo, no dejó de abrazar a Jungkook en ningún momento. Era tan cómodo sentir su calor y percibir su aroma.

"Tras el nombramiento del nuevo director Hwang Jungkook, las acciones de la empresa han ido incrementando después de saberse que el sesenta por ciento de los ingresos de la empresa que heredó de sus padres adoptivos tras perder el poder sobre ella...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

"Tras el nombramiento del nuevo director Hwang Jungkook, las acciones de la empresa han ido incrementando después de saberse que el sesenta por ciento de los ingresos de la empresa que heredó de sus padres adoptivos tras perder el poder sobre ella, será enviado al orfanato donde el director creció hasta los nueve años"

– Señor, aquí están los documentos que me pidió.

Jena entró de prisa, dejando las carpetas sobre el escritorio del nuevo director.

– Y... Su abuelo quiere verlo... ¿Quiere que le diga que no está?

Jungkook negó cerrando la carpeta de cuero café y dejándola a un lado, volteando a ver a Jena.

– Dile que pase.

Ella asintió y salió corriendo en busca del hombre que esperaba una corta reunión privada con el director de su anterior empresa.

– ¡Pero que bien marcha todo! – exclamó el hombre con una enorme sonrisa, abriendo los brazos al aire y riendo contento – sin duda naciste con el talento de dirigir una empresa.

Jungkook sonrió poniéndose de pie. Había transcurrido un mes desde que recibieron la empresa, desde que los Hwang dejaron de ser un problema y sin duda, había manejado la situación de la mejor manera posible.

Hace unos días se enteró que los Hwang habían perdido el caso y que la demanda había procedido correctamente, sintiéndose satisfecho al saber que no saldrían de dónde estaban hasta el día de su muerte.

– Hago lo que puedo, no tiene que halagarme tanto – dijo Jungkook con vergüenza, viendo al hombre sentarse en el sofá del otro lado de aquella oficina.

– Claro que se te tiene que halagar, jamás ni en mi cuidado habíamos tenido números tan buenos cómo estos en un lanzamiento – halagó nuevamente – ni hablar de la empresa que era de tus padres, Taehyung la está levantando magníficamente.

–  Creo que era bueno que terminara siendo el director de esa empresa – dijo, yendo hacia aquel hombre y sentándose en el sofá siguiente – necesitaba un nuevo ambiente, el que tenía aquí le hacía tener recuerdos nada agradables que solo lo limitaban.

En alfa asintió con una sonrisa y un rostro que reflejaba un total orgullo.

– Nunca pensé que mi nieto pudiera conseguir un esposo que fuera a darle tanto apoyo pero estoy bastante feliz de que haya dado contigo.

Jungkook sonrió.

– Te juzgué muy mal en un principio y dejé que tus padres hicieran contigo lo que quisieran, así que también vine aquí a pedir una disculpa. Hace poco me enteré que ganaste el caso.

– Mmh, creo que es lo mínimo que merecen en realidad.

El anciano asintió.

– No te preocupes, haré que su estadía en la cárcel sea el más grande infierno, tanto que desearan morir.

Jungkook levantó una ceja, estando bastante curioso.

– No me opondré a una idea bastante agradable.

– Dejamelo a mi – el alfa se puso de pie y pasó a un lado de Jungkook, palmeando su hombro – yo sé que están enfocados en la empresa pero que no se les olvide el heredero ¡Eh! ¡Quiero nietos! ¡Bastantes!

Jungkook se atragantó con su saliva al escuchar al hombre, viéndolo salir de su oficina mientras reía contento.

¿Nietos? Cómo no, él se rehusaba a algo cómo eso. No tendría hijos, ni aunque le pagaran.

¡Jamás!

Se podía escuchar la risa de tres chicos, sus respiraciones agitadas y el sonido de sus pisadas mientras corrían de prisa con un maletin negro en mano de uno de ellos y un misil de francotirador colgando del hombro de otro mientras escuchaban las ...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Se podía escuchar la risa de tres chicos, sus respiraciones agitadas y el sonido de sus pisadas mientras corrían de prisa con un maletin negro en mano de uno de ellos y un misil de francotirador colgando del hombro de otro mientras escuchaban las sirenas de los uniformados que los seguían.

Jungkook volteó hacia atrás antes de subir a la moto negra que tenía enfrente, abrazándose fuerte de la cintura de su novio quien arrancó de inmediato, alejándose rápidamente de la policía mientras huían a toda prisa sin mirar atrás.

– ¡Tenemos el dinero! – gritó Yoongi, conduciendo junto a ellos mientras levantaba el maletin en el aire, dejando salir un grito de victoria.

Taehyung levantó la mano en el aire, su rostro de felicidad cubierto por el casco negro que llevaba.

Jungkook levantó su arma en el aire con una enorme sonrisa en el rostro mientras el viento golpeaba su rostro, teníendo una sensación de libertad enorme en el pecho.

[...]

Yoongi lanzó el maletin a la mesa, abriéndolo y dejando ver los fajos de billetes en dólares.

– ¡Woah! ¡Es mucho dinero! – exclamó Jungkook, golpeando la mano de Taehyung cuando este trató de tomar un fajo.

– Que grosero eres conmigo – se quejó abrazando a Jungkook por la cintura, escuchándolo reír.

– Lo siento, amor – murmuró girandose sobre su lugar y abrazando a su novio, sonriendole cuando este besó sus labios.

– No me hagan vomitar, por favor – dijo Yoongi, cerrando el maletin.

El sonido de la puerta les hizo voltear, viendo a Namjoon entrar con tres pasaportes en manos, separandolos cuál baraja.

– Listo, chicos, por fin pueden irse a su tan ansiado viaje a Canadá. Feliz viaje.

HENKO [Tk/Vk]  [EDITANDO] Where stories live. Discover now