Capitulo 1

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Junio 1948


Personas caminando apresuradamente por las calles de Virginia, sin importarles un comino su alrededor. Todos tenemos problemas, que a veces les tomamos demasiada atención que no vemos que algo interesante puede pasar ante nuestra mirada.

Es triste como las oportunidades están a simple vista, no las vemos y como resultado las dejamos ir. El cerebro humano mira lo que los ojos ven, pero el corazón suele tener otra absurda manera de ver el mundo.

-Comenzará a llover de nuevo...- El pelinegro alzaba una mano en el aire para recibir unas gotas de lluvia que caían de aquel cielo con nubes grises.

-Debería comprar un paraguas- Se dijo así mismo para luego llevarse una mano al bolsillo de su pantalón.

Aunque ni siquiera me alcanza

La pobreza en los años 40 era cruel con personas de la baja sociedad, mientras unos podían irse de viaje a Europa en yate, otros se dormían con el estómago vacío, como Jungkook, que solo esperaba un mejor mañana. Continuó caminando a un lado de su bicicleta tomándola por el manubrio. Esta se había averiado.

Un auto Mercury Club Coupé pasó a toda velocidad a un lado de aquel joven, que, si no hubiera reaccionado rápido para tirarse a un lado, aquel coche lo hubiera atropellado.

- ¡Hazte a un lado bastardo! - Se oye la voz de lo que parece ser del conductor, que desaparece cuando el auto vuelve a acelerar.

El ojinegro se encuentra en el suelo, con varios raspones en las manos, su bicicleta aplastada y empapado de cuerpo completo, pues el auto provoco que los grandes charcos de agua se le vinieran mojándolo.

Las gotas se le deslizaban lentamente en su piel, como si buscaran consolarlo un poco, después de percatarse de su bicicleta destrozada por que el vehículo le paso encima.

A su lado continuaba pasando la gente, ignorando el hecho de sé que encontraba sentado en la acera. Vio como un hombre que caminaba pasando a su lado, se le había caído algo, lo que parecía ser un collar. Se acerco al objeto que reposaba en el suelo, y claro, era un collar. La cadena era delgada, de una plata brillante y delicada, que sostenía un pequeño diamante purpura (o podía ser violeta, no notaba la diferencia), que a pesar de no haber luces, brillaba hermosamente. Se levanto y se dirigió hasta donde caminaba el dueño de la joya.

-Señor, esto se le cayó- Mostro aquel objeto brillante.

-Eso no me pertenece- Lo miro con indiferencia.

-Pero yo vi que...- Interrumpió el extraño.

-No es de mi propiedad- Regreso la mirada a su camino sin mirar a atrás.

El pelinegro se quedó con la mano extendida, desconcertado de la reacción de aquel. Había visto claramente a quien se le había caído, no estaba ciego como para no darse cuenta de quien era la joya.

- ¿Y ahora que hago con esto? - Preguntándose, pensando que quizás si lo vendiera le daría unas cuantas monedas para pagar la renta de su casa, pero, aun así, no era algo suyo, sí que, con indecisión, lo metió a su bolsillo y emprendió camino a su hogar, cargando lo que ahora quedaba de su bicicleta.


...



El empapado llego a su hogar, que no era una casa muy grande, en realidad era un cuarto donde solamente se encontraba una mesa de madera carcomida por la polilla, un catre donde dormía y un mueble con cajones muy deteriorado a lado de una mesita.

El Violeta de tus Ojos (TAEKOOK)Where stories live. Discover now