Capítulo 9

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Eran aproximadamente las doce del mediodía, en el que se encontraba Taehyung, Jungkook y Yoongi revisando papales sobre las múltiples empresas del gánster. Ya habían transcurrido unas semanas desde el suceso de aquella noche.

-¿Entonces cuanto fueron las ganancias de las últimas dos semanas?

-Incrementó un 37%, pero en las propiedades de Nueva Jersey no están saliendo bien las cuentas- Manifestaba Jeon.

-Si, algo no anda bien- Se masajeo las sienes- Sera mejor que tenga un viaje, necesito saber quién se está llevando las ganancias. Me están robando esos desagradecidos- Decía dando un golpe en la mesa con una mano y con la otra se jalaba la corbata negra- ¿No sienten calor? - Pregunto el mayor a los dos.

A pesar de que era verano, las lluvias no permitían que el calor se esparciera, por lo cual la temperatura del ambiente estaba estable.

-Señor, ¿No será su celo? Recuerde que a veces se le suele adelantar- Hablo Yoongi, dejando los papeles a un lado.

-Solo espero que no sea eso, si no será otro fastidio con el que lidiar- Se levantó de golpe irritado y Min se acercó a él colocando su mano en la frente del mayor.

-Tiene fiebre- El beta expresó con tono de preocupación.

-Será mejor que descanse, sea tu celo o no, debería reposar. Me encargare de las cuentas con Yoongi- Expresó el pelinegro. 

-No puedo, tengo que viajar a Nueva Jersey ahora, esto no puede esperar. Que otros se estén tomando como suyo lo que a mí me costó conseguir es imperdonable...- No logro continuar por qué sintió un fuerte dolor en el abdomen -Mierda, es el maldito celo- Se quejo, asustando a Jungkook.

-Jungkook, no te quedes ahí parado, ayúdeme a llevarlo a su habitación- Yoongi casi le grito al pelinegro, mientras lo sostenía de los hombros el mayor.

Los colmillos del castaño amenazaban con salir, y eso era una mala señal. Yoongi Min lo sabía.

Para suerte de los omegas, los alfas no sucumbían ante el aroma que estos arrojaban, pues no era perceptible, porque su sentido del olfato no era desarrollado.

Solo un olor que sea sumamente exagerado era visible, pero ese es otro tema.

-¡Dense prisa y enciérrenme YA! - Levanto la voz enfurecida, Taehyung, a los que lo llevaban por los lados, mientras caminaban apurados por los largos pasillos y escaleras interminables.

Los celos de los omegas se manifestaban de dos formas;

La primera y más común, era tener una fiebre y pasividad que duraría los días del celo, que normalmente eran tres. 

La segunda era más complicada, esta ponía a la persona en un estado de rabia, enojo y furia, igualmente acompañada de fiebre que duraría tres días.

Esa era la que tenía Taehyung.

Por esa razón, era que Kim pedía ser encerrado totalmente y que nadie entrara, solo Min para cerciorase que no estuviera lastimado. El lado animal dominaba la mitad de su ser, mas no por completo, ya que al ser un omega dominante, no se dejaba manejar tan fácilmente. 

Lo recostaron en su amplia cama, pero se negaba a mantenerse quieto, refunfuñaba y tironeaba, queriendo romper todo a su alrededor.

-Basta Taehyung- Pedía Jungkook que se tranquilizaba, sin importarle que casi le quiebra la mano, por la fuerza que el castaño estaba poniendo en ella.

-No te escuchará. Él está pelando con su lobo internamente, se está conteniendo para no hacernos daño- Le explicaba el azabache al pelinegro, poniendo en su frente un paño húmedo.

El Violeta de tus Ojos (TAEKOOK)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang