Capítulo 4

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Es mejor no hacer planes algunas veces, nuestro futuro cambia constantemente como si fuera una simple apuesta de damas chinas o de ajedrez.

-Él es Yoongi Min, mi hombre de confianza- Presentó el gánster al azabache que portaba una cicatriz profunda atravesando su ojo derecho. Era un beta, este se veía joven, quizás tenía unos 19 años.

-Jungkook Jeon- Dijo el alfa con cierto nerviosismo al estrechar la mano con el mencionado. Este fue el que lo había dejado en la noche en aquel oscuro callejón, que le daba auras de querer asesinarlo, a pesar de que su rostro no mostraba ninguna emoción.

Solo silencio puro y seriedad.

-Te llevara a tu respectiva habitación, aséate y luego mandare a alguien que te guie al comedor- Exclamó el mayor sin ninguna pizca de empatía. Era una orden. No le dio tiempo de responder cuando ya estaba siendo dirigido con el beta enfrenté.

Grandes ventanales eran parte de aquel lugar, con candelabros colgando y cuadros enormes de paisajes o animales ocultando las paredes blancas entremezcladas con un café claro. El azabache gatuno abrió una puerta alta de madera tallada y hablo seco;

-Esta es su habitación, el baño está en aquella puerta, las mudas de ropa están en los cajones y un par de zapatos están en el armario. Si necesita algo más llámeme. Me retiró- Y se fue dando la vuelta cerrando la puerta el sin que el pelinegro pudiera objetar algo, dejándolo con un gracias sin salir en su boca.

Observo a su alrededor, impresionado quedo cuando se dio cuenta de que era mucho más grande de lo que pensaba, una gran cama de sábanas blancas a la izquierda llena de múltiples almohadas, con dos buros elegantes a ambos lados y una alfombra azul oscura le daba una vista modesta, un par de lámparas de cajón hermosas, y un gran armario maderoso fino. Todo concordando con la época y dando un efecto cálido.

Nunca en su vida llego a creer estar en un lugar así, y mucho menos que fuera su habitación. Su yo del pasado no le creería si le dijeran que estaría ahí, dándose un baño con jabones caros y toallas suaves.

Pero...¿por qué se sentía tan mal?

Él estaba ahí disfrutando deslumbrado de todo, cuando su familia en estos momentos la está pasando muy mal.

Necesitaba hacer algo, él se metió en todo este enredo por ellos. Para sacarlos de la pobreza. Tenía miles de dudas, y esperaba obtener respuestas de tanto misterio gritaban esas paredes blancas.

Prácticamente pareciera como si hubiera hecho un pacto con un demonio.

El demonio más conocido como Taehyung.

Esto está mal, ahora queda el remordimiento. Y eso que aún no hacía nada.

Salió del baño y tomo las prendas que le había indicado Yoongi y las miro por un momento. Una camisa beige larga y unos pantalones cafés que tenían unos tirantes de cuero fue lo que opto por ponerse. Se miro al espejo grande que estaba en el cuarto, a pesar de no ser algo extravagante, a la vista lucia bien, solo faltaba ganar un poco de peso, pues las clavículas huesudas se le notaban dado a cierta desnutrición.

Dos leves toques se escucharon en la puerta y cuando la abrió había una jovencita alfa morena con traje de sirvienta.

-El señor me pidió que lo llevará al comedor. Sígame por favor- Hablo la chica afroamericana seria y fríamente.

¿Acaso todos ahí tenían esa cara de entierro? Se pregunto así mismo el alfa.

El comedor era enorme. Una mesa grande alargada rectangular de color madera oscura de roble era el centro, con sillas de respaldo fino que más bien aparentaban tronos con almohadones rojos. Un gran candelabro de oro y plata lleno de bombillas estaba colgando, brindando luz que no parecía ser necesario.

Kim estaba en él asiento principal, leyendo un periódico.

-Siéntese, enseguida le traerán la comida- Termino de hablar la joven y desapareció por las puertas.

Tomo asiento en una de las sillas más retiradas del gánster.

Aun haciendo algo tan común como leer el periódico, Taehyung parecía poderoso, serio e imponente, eso pensó Jungkook, que sin querer no se percató de que se le había quedado observando.

-Si tanto querías mirarme, te hubieras sentado más cerca- Interrumpió la mirada del pelinegro que se avergonzó ridículamente y en ese momento llego la comida.

Un banquete, otro nombre no podían haber tenido esos exquisitos platos. Había de todo, carnes salteadas, pescado en verduras, panes de trigo y miel, sopas y quien sabe que tantos más, pues el pelinegro no conocía sus nombres.

Quiso aventarse hacia el banquete, pero se detuvo al notar que el castaño solo tenía una taza de café humeante junto a él.

Lo medito, pero decidió preguntar -¿No comerá?

Taehyung lo miro por arriba de sus lentes circulares y regreso su mirada al papel que leía con interés.

-Ya lo hice temprano. Preocúpate en ti por comer adecuadamente- Y así concluyo su pequeña conversación.

Era incomodo el ambiente que se creó mientras degustaba el menor la carne y le daba rápidas miradas al omega con curiosidad por lo que leía, que claro, esto no le paso por alto al aperlado, que estuvo a casi nada de irse.


-¿Ya terminaste? - Hablo por iniciativa el mayor, ya después un tanto cansado de la mirada repetitiva y avergonzada que le daba el blanquísimo.

-S-si- Respondió bebiendo del vaso la fresca agua posteriormente de quedar satisfecho como nunca por la deliciosa comida exquisita.

-Bien, vámonos- Ordenó el castaño.

- ¿A dónde? -Preguntaba el pelinegro atragantándose un poco con el líquido en su garganta.

-Desde hoy comenzara tu entrenamiento, hay que empezar con eso desde antes- Hizo mención quitándose sus lentes con marco dorado y tocando el puentecillo.

-Espere, lavare los plat...- Fue interrumpido en su frase.

-Ellos se encargarán de eso- Se levanto abruptamente a la puerta dejando sin importancia lo que leía momentos antes sobre la mesa. Jeon se acercó curioso al periódico y leyó rápidamente el encabezado de la primera plana de letras negras grandes.

Retrocedió azorado y decidió ir a alcanzar los pasos del gánster.

"Taehyung Kim, más conocido como El Tigre de Vante está siendo investigado por la presunta muerte del millonario Eric Nam"



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El Violeta de tus Ojos (TAEKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora