Capítulo 7

15 2 0
                                    


La plática telefónica con su madre fue apacigua, compartió que se había llegado a enfermar, pero no era algo grave. Sus hermanos menores, de diez y doce años, Yeonjun y Huening estaban bien, pero llegaron a causar unos problemas con el dueño de la tienda de telas.

-Mamá, conseguí un nuevo trabajo. En este creo que me ira mejor. No te preocupes.

-Hijo, tu no deberías preocuparte tanto por nosotros. Estamos bien, te lo aseguro, mi salud mejora. Así que no te exijas demasiado. ¿Estas comiendo bien? No te malpases.

-Si mamá, vere la manera ganar dinero para que puedan pagarle al señor. Ya, ya tengo que colgar. La próxima espero hablar con mis hermanos.

-Cuídate hijo, un abrazo.

-También a ustedes. Adiós.

La verdad es que las cosas no estaban bien con la familia de Jeon. Su madre llamada Taemong, solía ocultarle varias cosas para que su hijo mayor no se inquietara. Acababa de sufrir una caída, así mismo que trabajar era muy dificultoso para ella, a uno de los menores lo había golpeado el dueño de la tienda antes nombrada, y el otro se dispuso a vender diarios para ayudar en el hogar.

Pero Taemong no le mencionaría nada a su querido hijo, ya hacia demasiado con mandarles casi todo su pobre sueldo de cartero, y el prácticamente se quedaba sin nada, cosa que no le importaba al pelinegro, él quería ver bien a su familia, por eso se mudó de Boston a Virginia, donde se supone que se ganaba un mejor dinero.

El padre...ese hombre, ya había mencionado que fue consumido por el alcohol.

Murió, y sus deudas fue lo único que dejo. Ese no los dejaba en paz ni ya muerto.

Sufrimiento, dificultades, eso era parte del día a día de muchos. 

La crisis de los 40s parecía irremediable para los de clase baja como ellos.

Y si se muestra una oportunidad para mejorar, la aprovechan. Eso fue lo que prácticamente hizo Jungkook. Por ellos, no por él. Así que cuando estaba en su habitación, se dedicó a repasar mil veces los libros que le dio Kim. Si el cielo le puso esta oferta en el camino, por algo debió haber sido, lo pensó y llego a la conclusión de que por más cruel o sangrienta que sonara, se mancharía las manos para sacar a los que ama de la pobreza inhumana que pasaban.

Se esforzaría sin importar que.

La ayuda de Taehyung no la iba a desaprovechar, no, claro que no. Escuchar la voz paciente de su amada madre, le despejo la mente, sabia a lo que estaba por enfrentar, en medio de su silencio y soledad mental. Si bien no lo sabía con detalle, no hacía falta ser un genio para llegar a una conclusión.

Taehyung Kim menciono que lo necesitaba, entonces Jungkook aprovecharía todo lo posible para beneficiarse, para beneficiar a su madre y hermanos.

¿Lo ven mal? No, colóquense en su lugar. ¿Acaso no querrías el bienestar de los que quieres? Una persona es capaz de hacer innombrables hechos, para sacar adelante a sus seres queridos.

Jeon Jungkook era uno de ellos.

Él no era malo, la maldad era algo que no era parte de su ser. Su objetivo principal siempre sería esa mujer que lleva nombre madre, y los dos pequeños que sufrían por la injusticia del clasismo racial.

¿Egoísta? Tampoco lo era, si lo fuera, su hogar no sería su principal ideal.

¿Tu harías lo mismo?

El pelinegro cerro el libro en la madrugada y decidió ir a la cama, con un único pensamiento en su mente.

"Mañana será un mejor día"

El Violeta de tus Ojos (TAEKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora