En un mundo de 1948 donde sucede lo irreal, no importa si eres alfa, omega o beta, cualquiera puede pasarte por encima.
Jungkook Jeon, un joven que trabaja arduamente para poder llevarse un pedazo de pan a la boca, se le es ofrecido el puesto como s...
-Haz nido- Como si fuera la cosa mas comun del mundo, pidió el blanquecino pelinegro. El gánster lo miro encismado, no sabia si enojarse o darle un golpe al chico.
-No soy un pájaro- Su fria expresión del mayor no le afectó en nada al contrario. Su lobo lo había dominado por lo visto, dado a que solo habló con la voz de mando.
-Esa clase de nido no- Reprochó -Anida.
Una risa seria sin gracia salio del omega, que movia a la izquierda y derecha su cabeza mientras pensaba "¿Que clase de broma es esta?"
-Te estoy cotejando- Su mirada era desafiante, cualquiera se doblegaría ante eso y la voz, pero Taehyung Kim no era cualquiera.
Lo miro de arriba a abajo, y el mayor hizo lo mismo.
-Taehyung- Cuando nombro su nombre, de manera inconsciente el llamado trago fuerte. Su nombre se escuchaba bien, desde la voz del pelinegro, y sumándole la vista de el alfa desnudo, podemos decir que su autocontrol era grande.
-No estoy en temporada para hacer nidos, además, ni siquiera los hago. Busca a otro omega que si los haga- Se dio la vuelta y unos brazos fuertes lo atrajeron de espaldas a su torso desnudo.
-No quiero otro omega, no queremos a alguien mas que no seas tu- Pronunció las palabras con la boca pegada al cuello del acanelado.
-Y yo no te entiendo- Suspiró pesadamente el omega mayor, y se movió para quedar al frente- No entiendo que fue lo que hice para que esto sucediera, por que tu, y por que ahora.
Tan solo si...
-Yo te quiero y eso no lo planee. Si aceptamos trabajar contigo en esto fue por que necesitaba dinero para sacar a mi familia de la miseria, no fue por ti, pero ahora es distinto - La mirada intensa que proporcionaba era todo lo contrario a seguridad en su voz- Quiero cuidarte, quiero pertenecer tu vida pero mas allá de ser solo una parte de tus planes.
Taehyung maldijo en su interior, esto mas que nada era una confesión del lobo, su parte animal, que no miente, la que se aferra a algo con garras y colmillos. La que habla desde el alma, siendo leal mas a la persona que ama, que a si mismo.
-Deja de rogarme, no te merezco- Despacio suscitó -Por favor, ya no lo hagas- Las palabras las mencionó mirandolo a los ojos, esperando que por fin las comprediera.
Estaba tan cansado de rechazarlo todo el tiempo, cada dia, cada que cruzaban oraciones.
-No puedo.
-Si nos hubiéramos conocido antes, en otra situación distinta, o en otra vida, no dudaría en aceptarte. Pero esta es nuestra realidad y no la puedo cambiar. No ganas nada enamorándote de mi, yo, alguien que es frio y no demuestra lo que siente por que no lo ve necesario. Soy un asesino que no duda en matar a quien se interponga en mi camino, soy alguien que utiliza a los demás para mi beneficio propio. Haz visto como he matado gente como si fuera algo normal ¿Aun asi sientes todo eso que dices por mi? ¿Que me quieres?
-La vida que te ha tocado te llevó a hacer todo eso. No conozco muchas cosas sobre ti ni de tu pasado, pero eso no es impedimento para lo que siente mi corazón - Tomó la mano del acanelado y la coloco en su pecho con delicadeza, con miedo de dañarlo con sus ya presentadas garras-¿Lo sientes? No me quieres como yo a ti, pero lo has sentido, lo se porque se que me cuidas aunque no me de cuenta. Se que vienes en las noches a ver si aun sigo despierto estudiando y por eso mandas a alguien a que apague las velas. Preguntas si ya me he alimentado todas las mañanas, y también se que aquella vez cuando hubo disparos en el bar, al primero que revisaste que no haya salido herido fue a mi, en lugar de ser primero tu. Te importo, si no, no estarias aqui soportando a un alfa en celo que dominó su lobo.
Se sienta expuesto el mayor.
-Puedo continuar diciendo mas cosas al respecto y no terminare.
-¡¿Y quien dijo que no me importas?! -Levantó el habla el aperlado, girándose y metiendo una mano al bolsillo de su pantalon, del cual sacó algo -Toma esto- Le extendió una pastilla de color verde.
El otro solo observo la píldora y nego.
-Maldita sea - El gánster se llevó a la boca la medicina, y jaló hacia el, a Jungkook.
Dirías que fue un beso, y si, el pelinegro abrió la boca en busca de saborear los labios del hombre, sin poder evitar que sus colmillos pincharan la piel del labio, mientras que el otro aprovecho a empujar con su lengua la pastilla.
Se alejo de sus labios, y susurro el castaño a su oido;
-Tragatelo.
Y el alfa obedeció, pasando en seco la píldora por su garganta sin poner objeción alguna.
Taehyung Kim.
Un omega que había utilizado la voz de mando, la que únicamente solo pueden usar los que pertenecen a la casta de alfas.
-Tu...¿como? ¿Que me diste?- Inmediato comenzó a sentir pesades y mareo.
-Te ayudara a dormir- Lo guío a la cama donde lo dejó caer.
-Taehyung- Sus ojos querían mantenerse despiertos, pero le era imposible.
-No sirve de nada hablar contigo en este estado. Mañana no se acordaras de nada de todas formas- Su mismo celo le haría olvidar naturalmente.
Cayó en un profundo sueño, viendose como un verdadero angel. Tan en paz.
Asi debería ser, sin sufrir por cosas como un amor no correspondido.
Lo arropo y acomodó las almohadas para el, y lo quedo percibiendo por un momento.
Era tan bonito, que por un instante quiso deshacerse de todo, y encerrarlo en una caja de cristal, aislado de todos, incluso de el mismo, para evitar que el joven alfa sufriera más.
Sus belfos rosas piel, se extendieron para hablar queditamente como si tuviera miedo de ser escuchado por las frias paredes.
-Lo siento, pero no quiero que me tengas lástima, tu no Jungkook- Concluyó sosteniendo en sus manos la bandeja con la taza en ella, saliendo de la habitación, dejando en un completo sueño al menor.
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La monotonia de la vida, es una completa encrucijada...
