El Violeta de tus Ojos (TAEKOOK)

Capítulo 31

Si el vacío existiera, Jungkook aseguraría que era donde estaba el en este momento. Era oscuro, tan oscuro que por un momento creyó que estaba ciego porque no veia absolutamente nada.

Dio unos pasos al aire, sin saber si tropezaría con algo, y al ver que al caminar no se le atravesaba nada, continuó un laberinto vacío y frio como una nevada en pleno invierno.

Hasta que después de tanto andar, vio una luz blanca una gran distancia. Corrio hacia ella sin dudar al momento, y poco a poco, se percato que bajo esa luz de donde no tenia idea de donde provenía, estaba alguien que de espaldas luego reconoció, sentado en una silla sencilla al frente de una mesa del mismo material maderoso.

-¡Taehyung!- Apresuró el paso en dirección del hombre al cual solo le veia las espaldas.

Se detuvo antes de estar su frente, y volvió a llamarlo con esperanza; -Taehyung.

No hubo respuesta alguna de parte del omega, solo se dedicaba de observar, haciendo caso omiso a los llamados del mas joven. Aun así dudoso, se acerco a su lado, hasta que logró ver claramente el rostro al castaño. Retrocedió unos pasos, cuando se percató del existente fuerte color violaceo en ambos ojos del aquel, acompañado de esa mirada dura sin sentimientos, vacía, adornada con el hermoso color magico indescriptible y casi irreal en sus corneas.

Este dirigió su intensa mirada hacia arriba.

-Jeon Jungkook- La voz del mayor retumbaba sin hacer esfuerzo, chocando con el suave eco en un lugar donde no se veían las paredes.

Si era un sueño o pesadilla, Taehyung no lo miraria de esa manera, hace tiempo que no lo hacía, asi que colmado en cosas que no logro mencionar, solo dijo lo que pudo pronunciar apenas-Tu no eres el- Lo reconociera incluso perdido en la noche cruel y despiadada, ese no era su Taehyung.

Ante lo dicho, el mayor solo asintió de tal forma en que el flequillo cruzo su frente, de sus labios duraznos respondió -Es un gran mérito que hayas notado algo diferente- Con tranquilidad expresó. Era la misma voz, los movimientos, todo era igual, cualquier otro pudo ser confundido, pero el azabache no.

-¿Que es este lugar?¿Por que estoy aquí?- Con dureza preguntó sin césar en busca de respuestas, ignorando el frio que calaba por dentro la piel, fingiendo que no le afectaba.

-Esto tardará un poco, asi que siéntate -Era una orden envuelta en unas palabras corteses que el alfa no acato, al contrario que si el omega original se lo hubiera ordenado como en un inició. Al ver el castaño que no hizo caso, optó por ignorar eso y prosiguió- Estas en lo mas profundo de la mente, tu inconsciente- Dijo con cautela y seriedad absoluta.

-¿Como es eso probable?- Cambio su expresión a una con gran incertidumbre. Las preguntas existían tan fuertes como un candado de hierro forjado que queria ser abierto de una vez por todas.

-Las probabilidades son posibilidades que se pueden cumplir sin seguir algún orden- Comentó sosteniendo con ligereza la mirada que posaba en el, aun confundiendo como un juego al menor.

-No entiendo- Observó detenidamente la ropa que portaba el mayor. Eran unos pantalones negros sencillos, y una camisa blanca de una tela lisa sin arruga alguna que caía por su cuerpo. Aparentaba normalidad.

Aparentaba.

No sabia si era bueno o malo lo que fuera esto, pero se mantuvo alerta.

-Para que lo entiendas, es como tu dijiste, yo no soy el. No soy Taehyung, lo que estas viendo es solo su forma - Era extraño, pero existía algo de comprensión en su tonada, como si quisiera paso por paso explicar algo confuso, que en realidad era mas que eso.