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Hoseok pasó sus brazos por detrás del cuello desnudo del menor acercando aún más sus bocas para profundizar ese beso que le menguaba el pensamiento. No estaba razonando con claridad, no estaba midiendo daños, sólo estaba dejándose llevar por el ritmo que Taehyung le pedía seguir.

El sol comenzó a ponerse, una tenue luz violeta entraba por las cortinas del séptimo piso iluminando perezosamente a los dos amantes que se conocían íntimamente por primera vez. Taehyung quiso ir un poco más lejos porque necesitaba sentir ese cuerpo más cerca, necesitaba estar debajo de esa piel de alguna forma. Presionó su existencia sobre el cuerpo del mayor, haciéndolo chocar suavemente contra el muro. Hoseok lo recibió gustoso acomodando sus curvas a las de él y profundizando aún más el beso (si es que eso era posible). Ambas bocas siguieron batallando, danzando el más caliente de los tangos mientras sus manos se recorrían ansiosas y desesperadas por sentirse mutuamente.

Dios, si eso no era el paraíso entonces nada lo era.

El mundo se detuvo por unos segundos cuando el menor se soltó del beso con un sonoro y obsceno chasquido. Hoseok apoyó su frente en su hombro en un fallido intento por ocultar su rostro sudoroso e intentar buscar soporte para no perder el equilibrio.

Vértigo.

Taehyung permaneció con las manos firmemente sujetadas del cuerpo del chico, su respiración entrecortada y, aunque moría de vergüenza, quiso asegurarse de que Hoseok de verdad estuviera ahí y todo aquello no fuera una estúpida jugada de su mente. 

Abrió los ojos justo cuando el menor habló apenas audible:

—Lo siento.

—No, no digas eso — suspiró haciéndose hacia atrás, pero con una dulce mirada en su rostro.

Taehyung estiró su mano hasta alcanzar la mejilla de Hoseok y acunarla con ternura, pero Hoseok negó confundido alejándose del toque —Yo-yo no sé qué decirte, lo siento en serio... esto no estaba en mis planes.

—¿De qué estás hablando? —preguntó atónito.

—Y-yo —balbuceó confundido mientras le entregaba una camiseta para que se vistiera de una vez.

Taehyung entendió el mensaje a la perfección, tomó la camiseta y se terminó de vestir sin dejar de mirar fijamente al mayor.

— Yo no quise, estoy muy avergonzado —dijo tomándose el rostro entre las manos mientras de dejaba caer pesadamente sobre su cama.

Taehyung lo observaba confundido, poco a poco la realidad también comenzó a caer sobre sus hombros: ¿qué acababa de pasar?

—Hyung... tú no me obligaste a nada — se acercó para agacharse a los pies de su cama — Ey, mírame —pidió tomándolo de las muñecas para descubrir su rostro avergonzado —fui yo quien te pidió que lo hicieras, yo- siento mucho hacerte sentir así.

—Soy tu mayor, debí controlarme —zanjó seriamente cambiando su mirada a una más dura — no volverá a pasar, lo prometo. Prometo no volver a ponerte en esta situación —lo tomó del cuello de la camisa con fuerza — pero por favor no vayas a alejarte de mi, te juro que no volverá a pas-

—¿Por qué me alejaría de ti, qué dices? — lo interrumpió — hyung, no hiciste nada malo... — dijo bajando la mirada con un leve sonrojo en el rostro — yo, hmmm... me gustó mucho besarte, hyung.

—¿Q-qué?

—Sé que es repentino todo esto, yo también estoy confundido y no sé... no sé qué hacer. Me dejé llevar, lo lamento.

Solo un juego más - VHOPE {terminado}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora