FINAL PT.2

877 114 30
                                    

«Es curioso qué tan a menudo debe romperse un corazón antes de que los años lo puedan hacer sabio. » Sara Teasdale.

«Tomarás el primer vuelo de la madrugada.» Le había dicho su madre tan solo unos minutos después del nacimiento de la bebé.

Taehyung estaba en la unidad de cuidados intensivos de neonatología esperando por el último informe médico de Luna antes de ir por sus maletas y correr al aeropuerto. Sentía que estaba funcionando en piloto automático, estaba completamente abrumado por tener que irse tan pronto. No entendía por qué sus padres no le permitían quedarse con la niña, pero estaba evitando a toda costa pensar demasiado las cosas porque sabía que si se permitía analizar la situación, sólo terminaría sintiéndose más miserable todavía.

—Los padres de Yeji llegarán por la mañana a ver a tu hija — le dijo su padre mientras le entregaba los documentos que debía presentar una vez pusiera pie en Japón —. De tu esposa nos encargaremos nosotros hasta que le den el alta y pueda viajar a reunirse contigo.

—Mantenme informado sobre la recuperación de ambas — le pidió mientras le daba una última mirada a la bebé.

—¿Estás usando el teléfono que te entregamos? — preguntó el Sr. Kim revisando los bolsillos de su hijo —. No quiero tener que tomar medidas drásticas de nuevo contigo Taehyung.

—Ya tienes mi celular antiguo, me hiciste deshacerme del chip de mi teléfono, me estás enviando lejos apenas nació mi hija, me obligaste a casarme y abandonar a la persona que amo ¿qué más drástico que eso? — quiso saber mientras guardaba sus documentos en su maletín.

—No empieces...

—Estoy haciendo todo lo que ustedes me pidieron, dame un respiro — pidió rogando humanidad a su progenitor —. Estoy haciendo lo mejor que puedo.

— A veces lo mejor no es suficiente — replicó acomodándole la corbata —. Ya me lo agradecerás más adelante cuando hayas madurado. Tengo fe en que este viaje hará que dejes todos tus vicios atrás.

—Enamorarse no es un vicio papá, espero algún día lo entiendas.

Le dio una última mirada a su hija, quien era revisada por una enfermera al interior de su incubadora. Suspiró pesadamente y se retiró sin mirar atrás. Por un segundo pensó que su padre lo seguiría para continuar con su incómodo intercambio de palabras, pero el hombre se quedó de pie sin siquiera intentar despedirse del hijo a quien estaba enviando lejos como si fuera un estorbo.

Todo el camino al aeropuerto lo hizo llorando, lloraba por ser un cobarde, lloraba por haber hecho todo mal, lloraba porque se sentía inútil, inservible y desechable. Estaba dejando atrás a la única persona que había sido capaz de verlo por quien era realmente y lo peor de todo es que ni siquiera había podido dar cara a su situación ni enfrentarlo para decirle que ya todo había llegado a su fin.

Era un maldito y lo sabía, sabía también que merecía todo lo malo que le pasaba. Al fin de cuentas su historia de amor de ensueño no era más que una ilusión, porque seamos honestos: ¿Cómo una persona tan maravillosa como Hoseok podría amar a alguien tan insignificante como él? Lo mejor era hacerse a un lado y permitir que su novio fuera feliz con alguien que lo mereciera, una persona valiente que enfrentara a todo y todos con tal de verlo sonreír... Su sonrisa, su rostro amable, sus hoyuelos, su preciosa nariz, sus ojos honestos, sus pequeñas orejitas puntiagudas, sus manos con esos dedos finos y esbeltos que tanto amaba... él completo, su vida, su sol.

—Hoseok, te necesito... —suspiró apoyando la frente en el vidrio helado del vehículo.

Eran casi las seis de la mañana cuando el chofer lo dejó en ala de viajes internacionales. Sus padres habían preparado todos sus documentos con la aerolínea para evitarle retrasos. Tuvo que andar nada más que un par de minutos hasta encontrar su agencia de viaje y presentar los documentos para el abordaje.

Solo un juego más - VHOPE {terminado}Where stories live. Discover now