Solo un juego más - VHOPE {terminado}

27

Bajó las escaleras rápidamente llamado por las risas compartidas en la cocina.  La escena con la que se encontró fue una de las más dulces que había presenciado jamás. Los hermanos Jung rodeaban con sus brazos a la mujer que descansaba tranquilamente en la cabecera de la mesa, la madre tenía una bonita sonrisa en su rostro, una sonrisa que era casi tan hermosa como la de su hijo menor.

Jin también estaba ahí conversando tranquilamente con el padre de familia mientras compartían el desayuno recién servido. Hoseok levantó la vista en cuanto lo vio aparecer por el marco de la puerta y lo llamó a acercarse indicándole su lugar en la mesa. 

Los padres de Hoseok levantaron la vista apenas lo vieron, haciendo que el chico se sonrojara inmediatamente por la atención recibida.

—Mamá, él es Taehyung — lo presentó Hoseok — un amigo.

«Ah, sí que dolía todavía esa maldita oración. »

La hermana de Hoseok se hizo a un lado para dejarles espacio y se acomodó tranquilamente junto al chico que la miraba con nada más que admiración.

—Te ves muy bonita hoy, me duelen los ojos — le dijo Jin dejando un beso en su mejilla.

—Espera que me arregle y se te saldrán — replicó ella sirviéndose un té.

—Engreída — sonrió negando con la cabeza — por dios Taehyung parece una gelatina — dijo apuntando al chico que estaba de pie frente a su casi suegra — quisiera poder grabarlo.

—No seas burlesco —reclamó Jiwoo pegándole un codazo en las costillas — creo que son tiernos.

—¿Taehyung? —preguntó la señora Jung mientras el joven hacia una profunda inclinación frente a ella — ¿Tú eres Taehyung? Cielos, sí que eres guapo.

—¡Mamá — chilló Hoseok avergonzado — estás casada!

—Yo no soy celoso hijo, los celos son para gente insegura —respondió su padre tranquilamente mientras se llevaba una magdalena a la boca.

—Un gusto conocerla Señora Jung, lamento mucho lo que pasó... espero su pronta recuperación —dijo Taehyung inclinándose nuevamente.

—Eres un dulzura, ya entiendo por qué mi Seoki no para de hablar de ti —la mujer lo miró con una gran sonrisa en su pálido rostro.

—¡Mamá! — gritó su hijo llevándose las manos al frente para cubrir sus ojos — yo no hablo todo el día de él —mintió.

—Hijo no hay nada de malo con eso — lo tranquilizó su madre dejando una suave caricia en su brazo — así es cuando uno está enamorado.

—¡Mamá! — chillaron al unísono los hermanos Jung.

—¿Qué? ¿Es una mentira acaso? — replicó la mujer con una risa contagiosa — ¿por qué estás tan rojo mi amor?

—Tae no le hagas caso, la enfermedad la tiene así — gruñó Hoseok fulminando a su madre con la mirada — mamá basta lo vas a asustar.

—No, no me asusto — respondió Tae rápidamente negando con las manos — No me asusto, no.

Todos se quedaron en silencio mirando fijamente a Tae quien se arrepintió inmediatamente de su respuesta, pero de pronto la Sra. Jung comenzó a reír a carcajadas haciendo la tensión del momento se evaporara.

—Tranquilo cielo — dijo la mujer secándose las lágrimas — ven, siéntate a mi lado — le pidió dando palmadas en el asiento junto a ella.