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J | JAMES BYERS.

—James...

—¿Mhm?—Me queje.

—¡Señorita Byers, despierte!-Alguien grito cerca de mi.

—¡¿Que?!-Me levante exaltada.—¡¿Que pasó?!-Talle mis ojos.

—Se quedó dormida en mi clase.-Mire a el profesor. La mayoría de la clase comenzó a reírse de mi.

—Lo siento tanto.-Me avergoncé. Cubrí mi rostro con ambas manos.

—Vaya a lavarse la cara y vuelva cuanto antes.-Asentí y salí casi corriendo de él aula.

Caminé a toda prisa hacia el baño, disculpándome con cada persona con la que tropezaba.

—Joder.-Abrí el agua y con ambas manos eche agua en mi rostro, tratando de no mojar mi flequillo. Esto era lo bueno de no usar maquillaje.

—¿Estás bien?-Pregunto Nancy, quien salía de uno de los cubículos. Se posicionó en uno de los lava manos.

—¿Que?-Cerré mis ojos con fuerza, y después los abrí.—Oh, si. Solo que me quede dormida en clase.-Di una risa nasal.

—¿Tú trabajo te agota?-La mire extraño.—Oh, Jonathan me contó.

—Que chismoso...-Murmure.—¿Eres cercana a él?-Tomé una toalla de papel y seque mi rostro.

—No.-Se apresuró a decir.—Bueno... hablamos de vez en cuando.-Asentí lentamente.

—Eso es... ¿Bueno?-Hice una mueca.

—Solo no le digas a alguien, que tú hermano y yo hablamos.-Fruncí el ceño.

—¿Por que?-Me cruce de brazos.—¿No quieres que sepan que hablas con un rarito?-Sonreí sarcásticamente.

—¿Que?-Rió.—No, no.

—Nos vemos, Nancy.-Iba a salir, cuando de pronto alguien entró a toda prisa a el baño.

—James, el profesor me mando a buscarte.-Era una de mis compañeras de clase.—Dijo que estabas tardando más de lo normal.-Miro a Nancy.—¿La estás molestando?-le preguntó a la chica.

—No, claro que no.-Nancy negó.

—Populares...-Murmuró mi compañera.—James.-Me miró.—Vámonos.-Asentí y salimos de ahí.

Caminamos a prisa hacia el salón.

—Profesor, disculpe mi tardanza.-Dije al entrar a él aula.

—Está bien, señorita Byers.-Se quito sus anteojos.—Quédese después de clase, hablaré con usted.-Asentí y fui a mi asiento.

Apunte todo lo que debía apuntar, una vez termino la clase guarde todas mis cosas en mi mochila y espere a que todos los demás salieran a excepción de él profesor, que es con quien hablaría.

—Suerte, Rarita.-Me dijo una chica rubia, pertenecía a el grupo de los populares.—La necesitarás.-Me dio un golpe en la espalda.

—Camina.-Le dijo Hargrove dándole un no tan leve empujón. Me miró, pero yo aparte la mirada.

Una vez todos salieron, me acerque a el escritorio de el profesor.

—Mire, señorita Byers.-Rasco la punta de su nariz—Se que está pasando por un momento difícil, así que no la sentenciaré por eso.-Suspire.

—Gracias, profesor.

—Pero...-Se adelantó a decir.—si la vuelvo a ver dormida en mi clase, esta vez no se lo perdonaré.

YOU BELONG WITH ME | BILLY HARGROVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora