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J | JAMES BYERS.

—Lo siento.-Me disculpe con la persona que tropecé.

—James...-Susurro.

—Rosier.-La mire seriamente.

—Perdón, no debí haberte hablado de esa forma.-Ví arrepentimiento en sus ojos.—Lo siento.

—Está bien, Ross.

—Igual Billy yo no tuvimos nada.-Sonrió con tristeza.—Me dijo que no era lo suficiente.

—Oh... yo lo lamento.

—No es nada, ya lo superaré.-Suspiro.—Te veré en clases.-Sonrió y se fue.

Caminé hacia la cafetería y compré un té de canela y manzanilla. Era hora de mi primera clase, así que caminé a paso rápido hacia él aula.

—Muy bien alumnos.-El profesor entró a él aula.—El encargado me mandó a hacer parejas, para que se queden así por el resto de dos meses.

—No, así estamos bien.-Dijo una chica.

—Daré los apellidos y se irán uno a él asiento junto a el otro, ¿bien?-Aviso el profesor.

—¿Que hay si nos toca con alguien que no comparte la misma clase que uno?-Pregunto un chico.

—De ahora en adelante la compartirán.-Respondió el profesor.

Me removí con inquietud. ¿Y si me tocaba con alguien que me molesta?

—Brown y Pitts.-Pitts se sentó junto a Brown.—Keener y Connor.-Keener se sentó junto a Connor.—Kennedy y Jannet.-Jannet fue junto a Kennedy.

—Que me toque con Billy.-Rosier susurro y cruzó los dedos.

—Stevens y Philips.-El profesor mencionó a mis dos amigos.

—Nada mal.-Sonreí.

—Suerte...-Dijo Rosier y fue junto con Derek.

—Hargrove y Byers.-Mire a el mencionado. Este se levantó de su asiento y camino hacia mi. Se sentó en el asiento de mi izquierda.

—Lee y Wilson.

—Estoy seguro que las chicas te envidiarán.-Dijo el rubio.

—No ganó mucho.-Recosté mi cabeza en la mesa.

—No creas que me agrada ser tu pareja.-Recostó su cabeza igual que yo.—De trabajo, claro.

—Me da igual, Hargrove.-Rodé los ojos—Solo espero puedas ser de ayuda.

—Ni hablar.

(...)

Estaba en la cafetería. Estaba por ir hacia la salida pero Derek me detuvo.

—Perdí la cordura, lo siento.

—está bien, Derek.

—Mira.-Miro hacia un lado.—Casi lo matan.

El chico que me había empujado el día anterior tenía el rostro hecho mierda. No se cómo no lo llevaron a el hospital.

—No puede ser...-Susurre.

El chico se acercó a mi.

—Lo siento, siento haberte empujado.-Dijo, con la mirada en el piso.

—¿Estás bien?-Pregunte.

—Lo lamento, ¿si?-Me miró por unos segundo.

—Bien...

—¿Quien te hizo eso?-Pregunto Derek.

YOU BELONG WITH ME | BILLY HARGROVEWhere stories live. Discover now