055

1.2K 129 6
                                    


J | JAMES BYERS.

Jonathan y yo estábamos en una heladería apunto de irnos a casa. Era tarde, por lo que debíamos irnos antes de que anocheciera más, ya que íbamos a pie y no en su auto.

Caminamos fuera del local y emprendimos camino a casa.

—Aún no entiendo cómo es posible que esta heladería cierre hasta las cuatro de la madrugada.-Dije.

—Los dueños son jóvenes, tiene mucho sentido.

Lo mire mal y deje de mirarlo cuando él me miró raro.

—¿Cómo van las cosas con Nancy?-Pregunte.

—Bien...-Se encogió de hombros restándole importancia.—¿Que tal las cosas con Billy?

—Prefiero no hablar sobre el.-Suspire pesadamente.

—Puedes contarme.-Pasó su brazo por mis hombros.—Sabes que te apoyaré.

—Bueno... Lo nuestro no va bien. Hace dos semanas que no lo veo fuera de clases. Va a verme a las prácticas, pero se va cinco minutos antes de que yo termine.

—¿Terminaron su relación?-Pregunto deteniéndose.

—No, no.-Negué rápidamente.—Nos dimos un tiempo, o más bien yo le pedí tiempo para pensar.

—Prácticamente terminaron.

—Que no, Jon.-Rodé los ojos.

—Bien, bien.-Beso mi mejilla y seguimos caminando.

—¿Eso que andas muy amoroso?-Fruncí el ceño.

—Eres mi melliza, Jimmy. Sabes que contigo soy muy cariñoso.

—Cuando te dan ganas.

—Perdón por ser un mal hermano... Siempre ignoro que sufres de ansiedad severa y se que eso te duele.

—¿Pasamos por unas cervezas?-Sonreí de lado a lado.

—¿Estás loca?-Me miró con sorpresa.

—Un poco... Entonces, ¿que dices?

—Está bien.-Río levemente.

Cambiamos nuestra caminata hacia el Seven- Eleven más cercano.
Compramos varias cervezas y mientras íbamos camino a casa, bebíamos.

—¿Estás ahogando tus penas?-Pregunto mi mellizo, burlándose de mi al ver que tomaba con desesperación una de las cervezas.

—Ni que fuera hombre...-Lo mire mal.—Solo es porque tengo sed.-Me encogí de hombros.

—Ajá.-Me dio un leve empujón.

—Deberíamos...-Mire la banca donde se esperaba el bus.—Sentarnos un poco.-Camine hacia la banca y me senté.

—Dios, Jimmy.-Se sentó junto a mi.—Solo espero no pase la policía por aquí.

—Da igual.-Me encogí de hombros.

Seguimos bebiendo o más bien seguí bebiendo mientras Jonathan me platicaba sobre su aburrida vida.

El dijo que era hora de irnos, así que me levante de la banca. Mala idea, me maree al instante y caí nuevamente a la banca.

—Jimmy, bebiste mucho.-Dijo Jonathan.

—¿Si?-Reí levemente.

—Ven, te ayudo.-Extendió la mano y me ayudó.

Pase uno de mis brazos por sus hombros y él rodeó mi cintura con su brazo.

—Mamá nos va a matar.-Se quejó.—Me retracto. ¡Me va a matar! Mira cómo vas.

YOU BELONG WITH ME | BILLY HARGROVEWhere stories live. Discover now