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B | BILLY HARGROVE.

Estaba tratando de encontrar a James, no la había visto en toda la mañana y necesitaba verla al menos por un minuto.

—¿A donde vas con tanta prisa?-Pregunto Tommy, siguiéndome.

—Estoy buscando a James.

—Más tarde la buscas.-Puso su mano en mi hombro e hizo que parara de caminar.—El entrenador nos está esperando.

Asentí y lo seguí hasta el gimnasio. En el camino me topé a Derek y le pedí que si veía a James le dijera que la estaba buscando y que la esperaba en el gimnasio.

Fui a los baños y me puse mis pantalones cortos y me quite la camiseta.

Antes de empezar el juego me senté en las gradas y le di un trago a mi botella con agua.

—Hola, Billy.-Saludo Maddy, quien venía junto a sus amigas.—Este fin de semana te estaremos apoyando especialmente a ti, ¿cierto chicas?

—Cierto.-Dijo una.

—No necesitó su apoyo.-Las mire seriamente.

—Te enseñaremos el baile que hicimos para ti.-Dijo Maddy y ajustó su falda aún más arriba de lo que la llevaba.—5, 6, 7 y...

Ella y sus amigas comenzaron a moverse, movían las caderas y el trasero solamente.
Se veían tan patéticas.

Yo solo bufe y rodé los ojos.

Maddy se acercó más a mi y bailó, sacudió su cabello y meneaba la cintura.

—Billy...-Mire hacia mi izquierda y ahí estaba James, con el rostro serio y sus ojos brillosos.

—James.-Me levante y fui hacia ella.

—¿Q-Que mierda estabas haciendo?-Se alejó al ver que quería tomarla de la cintura.

—Yo nada, ellas se acercaron.

—¿Por que no te alejaste?

—Ni siquiera les preste atención.

—¿Para que me necesitabas?

—Quería verte.

—¿Solo para eso?-Mordió nerviosamente su labio inferior.

—Amor...

—Estoy ocupada, William. Y lo estaré por el resto del día, así que no me busques.-Se dio media vuelta y se marcho.

—Mierda.-Fui a buscar mis cosas y me vestí nuevamente.

—¿A donde vas?-Pregunto Tommy.

—A arreglar las cosas con mi mujer, no ves que se puso celosa.

—Dile que harás lo que ella quiera, así te perdonará y en menos de cinco minutos la tendrás sobre tu pene. A mi me funciona con la mía.

Asentí lentamente y salí a buscar a James.

Oh no, que mal día. Ahí estaba junto a Mason, riendo felizmente.

—¡James!-Le grite.

—¿Que quieres, Hargrove?

—¿Por que me dices así?

—Así te apellidas.

—Lo se, pero tú me dices "Billy" o "Amor".

—No tengo ganas.-Se encogió de hombros.

—Te veré después, Jimmy.-Le dijo Maydiota.

—No lo creó.-Dije y tomé a James del brazo y la arrastré hasta un aula solitaria.

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