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J | JAMES BYERS.

Han pasado dos meses, dos malditas meses y Billy no daba señales.
Los doctores sólo decían que esperara, que no había más que hacer.

Por la mañana me habían llamado del hospital, diciendo que el doctor quería hablar conmigo.
Así que Jonathan se había ofrecido a acompañarme.

—¿Quieres que entre contigo?-Pregunto.

—Por favor.

Jonathan me acompañó a recepción y después una enfermera nos guió hacia la oficina del doctor.

Me sorprendí al ver que Neil estaba ahí.
El no se había aparecido en el hospital después de haber donado sangre.

—¿Que hace usted aquí?-Pregunte.

—Es mi hijo quien está aquí.

—¿Su hijo? Ni siquiera le ha importado.

—Yo lo llame, señorita Byers.-Dijo el Doctor.—Necesito hablar con ambos sobre un tema delicado.

—¿Que sucede?-Me acerque.

—Han pasado dos largas meses y no hemos recibido ninguna señal de vida por parte del joven Hargrove. Por lo que hemos tomado esto como muerte cerebral.

—No, no. Él despertará, yo estoy segura. Solo necesita descansar.

—Lamentó decirle que la decisión de desconectarlo o mantenerlo conectado, es del señor Hargrove.

—¡¿Por que de el?! ¡Si yo soy quien a pagado todos los gastos! El no dio ni un solo dólar a este hospital.

—Usted no es familiar o esposa del joven.

—¡Esto es una mierda!

—James.-Mi hermano puso su mano sobre mi hombro.

—El señor Hargrove ya tomó la decisión.

Mire a Neil, este sonrió cínicamente.
Maldito viejo enfermo. Cuanto lo odiaba.

—El dice que lo mejor será desconectarlo. La decisión está tomada.

—¡Hijo de puta! ¡¿No te fue suficiente con haber hecho de su vida una miseria?! ¡El nunca fue feliz por tu culpa! ¡Tú le quitaste a su madre!

—¡Basta! ¡Mi decisión es esa! Ahora sal y vuelve a hacer tu vida. No te detengas por el, no te detengas por William, porque el ya está muerto.

—¡¿Por que usted es tan infeliz?! Deje a los otros vivir la vida, señor. Billy debe vivir y yo se que él despertará.

—Lamentó que hayas perdido tu tiempo y dinero en esto.-Dijo el hombre. Y juro, juro que lo veía sonreír.

Negué rápidamente y salí de la oficina para correr hacia la habitación de Billy.

Entre y fui a tomar su mano.

—Se que me escuchas, Billy.-Deje caer mi cabeza sobre su pecho.—Se que estás ahí.-Solloce.—Despierta, amor. Ya es hora de que regreses a mi lado.

El no despertó.

Jhonatan entró a la habitación y dio leves caricias a mi espalda antes de hablar.

—Tiene tres días para despertar, si no lo hace...

—Lo hará, yo sé que despertará.

(...)

Me encontraba llegando al taller mecánico de un amigo cercano a Mason. Había llevado el auto de Billy para que lo repararan. Tenía varios daños, por lo que estaban tardando en repararlo.

YOU BELONG WITH ME | BILLY HARGROVEWhere stories live. Discover now