027

2.4K 246 22
                                    



B | BILLY HARGROVE.

Estaba entrenando en el gimnasio, las porristas ensayaban por otro lado.

La última vez que vi a James fue en nuestra penúltima clase.

Hoy se había puesto un vestido casual azul marino que le llegaba a media pierna, la verdad me sorprendí al verla con ese vestido. En cada clase que estábamos juntos me daban ganas de estamparla contra la pared y besarla sin Piedad.

James entró al gimnasio, Stevens venía detrás de ella. En cuanto James me vio se giró para salir, pero su amiga lo impidió.

La llevo a sentarse hasta las gradas y se pusieron a ver el entrenamiento.

—¡Cinco minutos!-Grito el entrenador.

Fui por mi botella de agua para después ir con James.

—Hola.-Me senté junto a ella.

—Hola.-Sonrió.

—¿Viniste a verme sin camiseta?-Pregunte señalando mi abdomen desnudo.—Sabes que en privado se ve mejor.

—Cállate, idiota.-Se cruzó de brazos.

—De hecho... vino a ver a ese chico.-Dijo Stevens apuntando a un chico de la orquesta.

—¿Quien es?-Me levante.

—Un chico.-Dijo James y ambas chicas rieron levemente.—¿No lo reconoces?-Pregunto.

—No.-Me cruce de brazos.

—Ay por Dios.-Río. Se levantó y se puso junto a mí.—Es Derek.-Dijo.

—¿Enserio?-La mire y ella asintió.—Bueno, yo estoy aquí para ver a las porristas.

James borró la sonrisa.—Me alegro, que te diviertas.

—Diversión al verlas mover el trasero.-Dije pasando uno de mis brazos por sus hombros.

—Eres un idiota, Hargrove.

—No habló enserio.-La mire.—¿Por que crees todo lo que digo?

—No se...-Mordió la parte interior de su mejilla.—Hazte para haya, hueles mal.-Dijo intentando alejarse.

—Cállate, bien que cuando te abrazo aspiras mi olor.

—Cuando no estás sudando, mírate ahorita.

—Ya me voy.-Dije alejándome de ella.—Veo que no te gusta mi sudorosa presencia.

—Ajá.

Me acerque a ella nuevamente, para susurrarle al oído:—Algún día ambos estaremos sudorosos en mi cama.

—Sueñas.-Me alejo.

—Todos los días.-Le mande un beso.—Nos vemos, Stevens.-Me despedí de la chica y volví al entrenamiento.

• • •

—¡¿Besarme fue un estúpido reto?!-Pregunto James.

—¡No, ya te dije que no!

Estábamos en medio de la carretera, la abundante lluvia caía encima de nosotros.

—¡Entonces! ¡¿Por que me besaste?!

La tomé de la cintura y pegue su espalda al cofre del auto.

—¡Por que tenía ganas de besarte!-La mire directamente a los ojos.—Siempre tengo ganas de besarte...-Dije mirando sus labios carmesí.

YOU BELONG WITH ME | BILLY HARGROVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora