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B | BILLY HARGROVE.

Estaba por entrar a la preparatoria, cuando vi a James bajando de el auto de uno de sus amiguitos. La ignoré y seguí mi camino.

Entre a la primera clase y escogí los últimos asientos, esos le gustaban a James.

En cuanto entró a clase, quienes estaban ahí la observaron y comenzaron a susurrar y murmurar cosas. Yo no entendía, no hasta que se acercó a donde yo estaba.

—¿Que te sucedió, James?-Dije al ver su rostro con heridas y su brazo enyesado.

—Nada...-Murmuro. Se quito la mochila, la puso a un lado y se sentó en el asiento junto a mi.

—¿Cómo que nada?-Fruncí el ceño.

—Nada, es todo.-Con dificultad saco sus cuadernos de su mochila.

Decidí ya no preguntarle más y tomar la clase normal.

En cuanto la clase terminó, todos salieron del aula. James iba a hacer lo mismo pero fui más rápido y cerré la puerta antes de que ella pudiera salir.

—¿Que demonios te sucedió?-Inspeccione su rostro.—James.

—No te incumbe.-Desvío la mirada.

—James, dime Que te sucedió. ¡Carajo!-Di una patada a una de las sillas.

—¡No es de tu importancia!

—¡Solo dímelo!

—¡Me golpearon por la noche!-Sus ojos se cristalizaron.—En cuánto iba camino a casa unos chicos me golpearon.-Limpio sus pequeñas lagrimas.

—¿Quienes?-Fruncí el ceño.

—Eso no importa...-Suspiro.—El jefe de policía hará su trabajo.

—Al menos no te comieron los coyotes.-Dije en broma. Pero al parecer a James no le agrado mi comentario.

—Eres un idiota.-Abrió la puerta y salió a pasos rápidos.

Una parte de mí se sentía culpable por haberla dejado sola, ella se había quedado más tiempo para curar mis heridas. Y yo solo la deje ir. Pero yo no tenía la culpa de que James fuera una gran cobarde.

Salí hacia la cancha trasera, ahí solía ir a fumar.

—¿Que hay amigo?-Me saludo Tommy.

—¿Tienes un encendedor?-Saque un cigarrillo de mi chaqueta.

—Aquí hay uno.-Dijo un chico castaño.

Lo tomé, encendí mi cigarrillo y se lo di nuevamente.

—Ayer le dimos una paliza a Byers.-Dijo el pecoso.—La muy hija de puta nos delató.-Dijo entre dientes.

—¿Acaso son idiotas?-Le di una calada a mi cigarrillo. Expulse el humo y me acerque hacia su rostro.—¿Crees que golpearla te hace más hombre?-Lo tomé por la camiseta.

—Tranquilo, amigo.-Sonrió burlonamente.—Es una virgen cualquiera.

Me quede pensando unos segundos antes de hablar.

—Tienes razón.-Lo solté. No quería verme "débil" por defender a una mujer, por defender a James.—Probablemente la virgen de James merecía esa paliza.-Sonreí con gracia.

Mire hacia mi derecha, James iba pasando junto con su amiguito. Esta me miró con una mirada que no supe descifrar si era de tristeza, molestia o decepción. Miró hacia los otros dos chicos, los miró con miedo y camino a pasos rápidos lejos de nosotros.

YOU BELONG WITH ME | BILLY HARGROVEWhere stories live. Discover now