YOU BELONG WITH ME | BILLY HARGROVE

052

J | JAMES BYERS.

Billy estaba entrenando y por mientras yo lo esperaba en las gradas, pasando el aburrimiento dibujando en mi cuaderno.

Tuvieron un descanso para que pudieran tomar agua e ir al baño. Billy se acercó a mi y me pidió su botella de agua.

—¿Que tanto me ves?-Frunció el ceño.

Suspire y sonreí.—Te ves tan sexy.-Mordí ligeramente mi labio inferior.

—Ya lo se, amor.-Se agachó a mi altura.—Yo siempre me veo sexy.-Unió sus labios con los míos. Se separó y sonrió.—¿Por que crees que traigo a varias perras detrás?

—Oh, cállate.-Le di un leve golpe en el abdomen.

—Deja que termine de entrenar y nos vamos, ¿bien?

—Aquí te estaré esperando.

Sonrió y volvió con los demás.

Las porristas entraron y se pusieron a calentar.

—Recuerden lo de esta noche, no falten.-Le dijo Maddy a sus amigas.

—Maddy, dime que vendrá el guapísimo de Billy.-Hablo una de las chicas.

—Obviamente, bonita. Él vendrá porque le prometí una noche inolvidable.

Una de sus amigas carraspeó y me miró. Yo hice como que ni las había visto entrar.

—No se preocupen por ella, es obvio que su jueguito no durará mucho.

—Lo tendremos para nosotras nuevamente.

Eso si que no.

Mire a Billy, quien miraba sin descaro a las porristas, al sentir mi mirada se giró a verme.

Yo solo negué lentamente y seguí con mi dibujo.

Quince minutos después, Billy volvió de las duchas del gimnasio ya limpio.

—¿Nos vamos?-Extendió su mano hacia mi.—James.

—¿Ah?-Lo mire.

—¿Que si ya nos vamos?-Rodó los ojos.

—Ah, sí.-Guarde mis cosas.

—¿Estás enojada porque estaba mirando a las porristas?-Paso su brazo por mis hombros y ambos nos dirigimos a la salida.

—Ni al caso.-Me cruce de brazos.

—Celosa.

—¡Jimmy!-Derek grito mi nombre al verme salir del gimnasio y camino hacia mi.—Ilán esta aquí.-Sonrió.—Trajo a la pequeña Lisa para mostrarle el lugar.

—Ow, ¿enserio?

—James, hay que irnos.-Dijo Billy.

—Yo la llevaré a su casa.-Dijo Derek.—Bueno, Ilán.

—¿Tus amigos o yo?-Pregunto Billy.

—¿A que te refieres?-Fruncí el ceño.

—¿Con quien te vas?

—Quiero ver a la pequeña Lisa.-Dije.

—Haz lo que te dé la gana.-Se fue.