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J | JAMES BYERS

—¿Irás a la fiesta de Tina?-Pregunto Derek.

—Sí, ¿qué hay de ti?-Le di un trago a mi refresco.

—Mhm, aún no lo sé.-Se cruzó de brazos.—Quiero decir. Ya tengo mi disfraz, pero aún no sé si iré.

—Deberías ir, qué tal y que vaya la chica que te gusta ¿eh?-Le di un golpe amistoso.

—¿Sabes quien es?-Negué.

—¿Quien es?-Pregunte.

—No, no lo sabrás aún.

—¡Dimeee!-Me abalancé hacia el.

—¡No, Jimmy!-Carcajeó.

—Vamos, Derek.-Lo tomé de la camisas.

Alguien carraspeó detrás de nosotros.
Me senté nuevamente, arreglando mi cabello nerviosamente.

—¿Perderán su virginidad en el patio escolar?-Dijo Tommy y sus amigos rieron.

—Par de raritos.-Dijo Billy.

—¿Disculpa?-Me levante y me puse frente a él.—¿Quien te crees para molestar a cualquiera que se te cruce en el camino?

—¿Y tú quien te crees para hablarme de esa forma?-Se acercó amenazante.

—¡Yo pregunte primero!-Apreté mis puños.

—¡No me grites, maldita zorra!-Alzo la mano. Cubrí mi rostro en forma de protección, pero el golpe nunca llegó.

Descubrí mi rostro, lentamente. Mis manos y cuerpo temblaban.

—¿Tú papi te golpea, mariquita?-Pregunto Tommy, burlonamente, al ver mi rostro con miedo y confusión.

—Cállate, Tommy.-Le dijo Billy, sin apartar su mirada de mi.

—¿Que?-Lo miró mal.—¿Que cosa dices, viejo?

—¡Que te calles!-Le grito, pero siguió sin apartar su mirada de mi. Yo lo miraba con temor pero a la vez con enojo.

—Hey, James.-Derek puso su mano en mi hombro.—Vamos a buscar a Jonathan, ¿si?-Asentí lentamente.

(...)

—¿Ya me dirás qué pasó?-Pregunto Jonathan.

—Ya te dije que un chico me estaba molestando.

—¡¿Pero que chico, James?!-Me tomó por los hombros y me sacudió.—¿Cómo quieres que te ayude, si tú no me dices los detalles?

—Jon, ya déjame.-Suspire pesadamente.—Sabes que esto nunca cambiará.

—¿Que no cambiará?-Tomo asiento.

—El que me molesten, esto ya es así.

—James...

—Tengo clase.-Me levante y caminé a pasos rápidos hacia mi aula.

Entre a clase, la cuál ya había comenzado hace tiempo.

—Señorita Byers.-Habló el profesor.

—Lo siento.-Suspire.—Iré a detención.-Me giré para salir.

—No.-Dijo el profesor.—El joven Hargrove me explicó que usted estaba hablando de algo importante con el joven Byers.-Me giré nuevamente.—Por eso se retrasó, ¿es eso cierto?-Mire a el rubio. Este desvío la mirada.

—S-si, profesor.-Mire a el profesor.

—Entonces vaya a su lugar, señorita Byers.

Fui a sentarme, hasta la parte de atrás. Saque mis cuadernos y bolígrafos y comencé a escribir.

YOU BELONG WITH ME | BILLY HARGROVEWhere stories live. Discover now