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B | BILLY HARGROVE.

Han pasado unos días, y James solo me habla para los trabajos de el colegio. No me quejo, y la verdad no me importa.

—¿Hiciste el trabajo de
Matemáticas?-Pregunto James, mientras
se sentaba a mi lado.

—No.-Respondí.

—¡Solo una cosa te pedí Hargrove!-Con su mano derecha dio un
golpe seco a la mesa—¡Dios!

—Dios no te ayudará.-Dije con una sonrisa burlona.

—Solo cállate.-Cubrió mi boca con la palma de su mano.—Cállate...

Pase mi lengua por su mano. Está la quito al instante.

—Wiu.-Se limpio en mi camiseta.

—Tranquila, cepille mi boca esta mañana.-Saque una goma de mascar.

—Y quien sabe a quien le metiste la lengua esta mañana.-Susurro.

—A nadie.-Respondí.—¿Quieres ser la primera?-Me acerque a su rostro.

—Gran idiota, eso es lo que eres.-Puso su dedo índice en mi pecho y me alejo de ella.

—Al menos ya me miras.-Me encogí de hombros.

Vi cómo tensó su cuerpo.

—¿Que te tiene molesta?-Pregunte mientras mascaba mi goma de mascar.

—Curó tus heridas, cada que tienes sangre en alguna parte de tu cuerpo las cuido.-Se removió incómoda en su asiento.—Y tú... tú dijiste que probablemente merecía esa paliza.

—Yo no pido que me cures, tu insistes.

—Tienes razón, yo soy la idiota que insiste.-Se levantó, tomó su mochila y salió de él aula.

Iba a ir tras de ella, pero no lo hice. Me quede sentado, pensando en blanco.

(...)

Estaba en la tercera clase. James se había saltado las primeras dos clases, lo cual era raro para muchos, mucho más raro que ella.

De pronto la vi entrar. Me miró por unos segundo, suspiro y se acercó hasta mi. Se sentó a mi lado, y sacó sus cuadernos. En silencio comenzó a escribir lo que ya estaba escrito en la pizarra. Revise que nadie nos mirara, una vez confirme que cada quien hacía sus deberes tomé con mucho cuidado la mano izquierda de James, la cual aún estaba enyesada.

—¿Que haces?-Pregunto en susurro.

—No hables.-Susurre.

Ella siguió escribiendo, y agradecí por eso.

Saque un plumón permanente rojo de mi bolsillo y escribí algo en el yeso. Aunque ya tenía varios dibujos, al parecer hechos por su pequeño hermano. Aún tenía un pequeño espacio, perfecto para lo que quería escribir.

"Lo siento"

Cerré el plumón y lo volví a guardar.
James miró lo que escribí y dio una pequeña risa.

—¿Eres de escribir y no de decir?-Alzo ambas cejas.—Da igual.-Negó lentamente.

—Eres tan difícil.-Saque un caramelo de mi bolsillo.—Y siendo una Virgen cualquiera.

—Tu eres un prostituto cualquiera.-Me quito el caramelo.—Ya cállate y pon atención.

—A mi no me callas.-La mire de mala gana.

—Ya cállate, Hargrove.-Volvió a decir.—Habló enserio.

—Yo también habló enserio.-Tomé su brazo derecho y le di un apretón, uno no tan fuerte.

YOU BELONG WITH ME | BILLY HARGROVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora