Capítulo 8

14 3 8
                                    

Adelyne

Estuve toda la mañana pensando en la sensación que me recorrió cuando Bastian agarró mi mano. Esta vez había sido diferente porque no traía guantes puestos. Sentí como las mariposas del estómago volaban por todo el cuerpo revoloteando.

  Se pasaron las horas volando, mientras divagaba entre las nubes. Mi cabeza no dejaba de dar vueltas. Pero al fin, llegó el receso y me intenté concentrar en llenar mi estómago para alimentar a esas mariposas. Tal vez, sólo tienen hambre.

  Sophie se me acercó y me preguntó si quería acompañarla después de clase a tomar helado. No quería ser tan grosera, así que acepté. Nada malo podía pasar.

  Después de estas primeras semanas me he dado cuenta que Sophie es muy popular. Siempre tiene ese estilo de chica rica, pero amable. Es verdad lo que dicen de juzgar a un libro por su portada. Antes pensaba que ella solo era una cara bonita, pero al parecer no es así.

  También me he ido adaptando a este ambiente. Nadie me molesta, ni se burlan de mí. Al contrario, me invitan a salir.

[...]

  Salimos de la escuela y Sophie me llevó hacia la heladería.

—¿De qué te gusta el helado? —me preguntó Sophie viendo el menú con los sabores.

—De vainilla —respondí sin pensarlo dos veces.

Sophie hizo el pedido, una vainilla y una fresa para ella.

—Este es el mejor lugar para tomar helado.

—Sí, está delicioso —dije mientras lo saboreaba.

—Me alegra que te guste —dijo saboreando también su helado.

—Gracias por invitarme Sophie.

—Al final, creo que sí podemos ser amigas ¿Verdad? —me dijo con una enorme sonrisa.

  Por un momento me quedé en silencio y pensé que no tenía nada de malo hacer nuevos amigos. Lo que pasó en el pasado, ahí se debe quedar. Tal vez pueda empezar una vida nueva. De todas maneras, el problema siempre ha sido mi albinismo y ahora lo tengo bien oculto.

—Sí, es verdad. Creo que sí. —Le sonreí.

  Ahora tengo una amiga.

  Cuando terminamos ella me acompañó hasta mi casa y luego vinieron a buscarla en un lujoso auto.

  Entré a la casa y mi madre me recibió.

—Hola mi niña —me dio un beso. —Llegas un poco tarde hoy.

—Sí, es que fui con una amiga a tomar helado después de clase —dije sonriendo.

—¿Una amiga? —no pudo ocultar su cara de sorpresa.

—Sí, eso creo, que es mi amiga.

—Me alegro mi niña, ya ves que todas las cosas malas pasan. —Me dio un cálido abrazo.

  Más tarde me senté en mi proyecto del libro que estaba haciendo. El día de hoy no había sido malo y tenía inspiración para escribir:

  "Blancanieves está muy contenta porque siente como el frío que envuelve su castillo se va derritiendo, de a poco. Sabe que algo bueno está a punto de llegar"...

  Mientras escribía en mi ordenador, sentí una vibración que provenía de mi teléfono celular. Era un mensaje. Me asombré al ver quién era.

  Bastian: Hola Gatita ¿Qué haces?

   Adelyne: ¿Qué quieres?

Bastian: No seas ruda Gatita. Sólo quiero decirte algo.
Si lo dejas o lo  tomas, es tu decisión.

  Adelyne: Dime rápido que tengo que ir a dormir.

  Bastian: Pero ¡Qué temprano duermes Gatita!
Sólo son las ocho y treinta. 

  Adelyne: Eso no es asunto tuyo. Dime rápido o apago el móvil.

Bastian: Ok Ok, no te alteres. Mañana, si quieres puedes dejar los guantes ;)

  Adelyne: ¿Por qué me dices eso?

Bastian: Estoy seguro que te sentiste cómoda
sin ellos. Ve liberándote de a poco y verás como floreces.

  Adelyne: ¿Qué sabes tú de mí? ¿Y qué te importa?

Bastian: Es verdad, no sé nada de ti, esperaba saber más algún día, pero sólo surgería... Ten linda noche Gatita :-D

Tiré el teléfono a un lado un poco insultada. ¿Qué se cree que es?

  Aunque en algo sí tiene razón. Me sentí bien sin los guantes y aún más sosteniendo su mano.

  El sol no puede hacerme tanto daño por no usar los guantes, pero no le daré el gusto. No dejaré de ponerme los guantes.

Blanco. El color de mi Mundo. [En Proceso...]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora