Capítulo 12 (I)

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Adelyne

Fue el mejor fin de semana que he tenido en mucho tiempo. No exagero, es la verdad. Me divertí mucho con Bastian. Nunca pensé que pudiera ser posible. No hicimos nada fuera de lo normal, pero para mí, fue lo mejor.

Después que me despedí de Bastian entré a mi casa y vi una nota de mi madre colgada en el refrigerador. Decía que ella y mi padre vendrían un poco tarde hoy.

Me duché y luego me preparé unos macarrones con queso.

Entonces me puse a repasar en mi cabeza el día tan genial que había tenido. Revisé la bolsa para probarme una vez más mis nuevas gafas blancas, pero encontré algo más. El labial color durazno estaba allí.

-Se me olvidó devolvérselo -pensé.
Así que, enseguida le escribí.

Adelyne: Bastian, tengo el labial. Parece que lo eché en mi bolsa por accidente.

Bastian: Sí, me acabo de dar cuenta. Si tanto te gustaba me lo hubieras dicho, te hubiera comprado uno, no tenías que llevártelo.

Adelyne: Fue un error, una equivoación :-|

Bastian: Cómo sea, ya no lo necesito. ¡Quédatelo!

Adelyne: No, mañana te lo devuelvo.

Bastian: Si me lo devuelves no te hablaré más.

Adelyne: No importa, de todas maneras... Ah, ¿tu amor es unilateral y te diste cuenta que si le das el pinta labios no lo aceptará? Lo hubieras dicho antes.

Bastian: ¡Quédatelo! Además, así no tendrás que usar el nasobuco.

Adelyne: ¿Tomaste mi nasobuco a propósito?

Bastian: Estamos a mano Gatita, tu tomaste el labial.

Adelyne: ¡Qué no fue a propósito! -_-

Bastian: Lo que tú digas... Ten linda noche... ¡Ah! Si no te pintas con el labial todos los días la deuda contigo aumentará y obvio, si tienes los labios pintados no puedes llevar nasobuco ;)

¿Pero quién se cree? Le pides un favor y te lo cobra. ¿Qué clase de psicópata es?

[...]

(Día siguiente: Lunes)

Me levanté como todos los días, desayuné lo que mi madre había preparado y empecé a alistarme para ir al colegio.

Me pinté las cejas, las pestañas y con el labial que Bastian me "regaló", me pinté los labios. También fui por el nasobuco pero recordé que no podía llevarlo si tenía los labios pintados, pero cogí uno de repuesto, "por si acaso lo necesito" y lo eché en mi mochila. También me puse los guantes, pero después de pensarlo un segundo, me los quité.

Hoy por primera vez andaba con mi rostro descubierto y sin los guantes. Mis gafas las traía en la cabeza porque en el horario de la mañana en el que iba para el colegio, el sol no es tan fuerte; además, no tenía pensado usarlas dentro del aula.

Todos los días se había convertido en una costumbre encontrarme con Bastian mientras iba para la escuela, pero hoy fue la excepción, por eso me resultó extraño no haberlo visto.

Blanco. El color de mi Mundo. [En Proceso...]Where stories live. Discover now