Capítulo 38

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Adelyne

  Un tiempo después de terminar el semestre nos graduamos. Estos últimos días habían sido los mejores, me sentía cómoda siendo yo misma. Nunca más tendría que ocultar el color blanco de mi mundo.

  El hecho de que Bastian me ayudara a llevar una vida normal a pesar de ser albina, me animó a valorarme a mí misma como soy.

  Concluyendo las clases comenzaron las vacaciones y los planes de mi familia, como cada año, era ir a París a casa de los abuelos tanto maternos como paternos.

  Unos días antes les di la noticia a mis amigos, a Lara, a Ricky y... a Bastian. Me despedí de ellos con una sonrisa, pero en realidad tenía una profunda tristeza. Por primera vez no me emocionaba la idea de ir a París. En las vacaciones anteriores viajar había sido como una escapatoria de la tortura que pasaba en el colegio anterior, pero ahora no quería estar lejos de mis amigos.

  Sacamos el pasaje y nos montamos en el avión.

  A los pocos minutos de despegar me invadió la nostalgia por todo lo que dejé atrás. También me empecé a preguntar muchas cosas sobre qué sería mi vida a partir de ese momento, especialmente con respecto a Bastian y mis sentimientos. ¿Podía haberle dicho lo que sentía? ¿Realmente no me gustaba o tenía miedo comenzar una relación seria? ¿Me faltaba confianza en mí misma?

  No quise seguir divagando entre mis pensamientos, por eso busqué en mi teléfono el ícono de la música, puse una primera canción y toqué la opción de escucharlas en reproducción aleatoria. Después busqué mis audífonos que estaban un poco enredados y los coloqué en mis oídos. 

  Luego de unas cuantas canciones, empezó a sonar una de Sofía Carson. Me detuve a oírla y especialmente lo que decía el estribillo:

Yo no sabía
Lo que el amor podría ser
Hasta que tú amaste todo de mí
Lo bueno, lo malo y lo intermedio.

  La letra me hizo pensar otra vez en Bastian porque él me ha querido exactamente como soy.

  A veces no le encuentras sentido a una canción hasta que estás viviendo la situación y eso era justo lo que me estaba sucediendo en estos momentos.

  A medida que pasaba el tiempo se iban reproduciendo varias canciones, algunas más lentas, otras más movidas hasta que el sueño me venció y la música siguió sonado en mis oídos.

[...]

  Al cabo de dieciséis horas, llegamos a París. Nos dirigimos directamente a casa de mis abuelos maternos, donde nos quedaríamos. Estaba feliz de volver a verlos. Los saludé en francés, ya que todos hablan ese idioma fluido.

  Desempaqué mis cosas en la que sería mi habitación y me acosté a descansar.

Bastian

  Cuando me despedí de Adelyne me sentí triste aunque le mostré mi mejor sonrisa. Por una parte me sentía feliz de que pasara un tiempo con su familia.

  Los primeros días no sabía si llamarla o, si sería inoportuno porque ella estaba ocupada disfrutando sus vacaciones. Así que fui aplazando la llamada hasta que le marqué.

  Escuché los timbres del teléfono. Una, dos veces, hasta que levantó la llamada.

—¿Qué haces ahora Adelyne? ¿Cómo te van las vacaciones? —le pregunté.

—Estoy en un crucero por el río Sena. Es un tour, la vista es hermosa. Te enviaré fotos —me contestó emocionada.

—Sí, no puedo perdérmelo —le dije. —Yo estoy en la cama todavía, aquí son las ocho de la mañana.

Blanco. El color de mi Mundo. [En Proceso...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora