Blanco. El color de mi Mundo. [En Proceso...]

Capítulo 28

Adelyne

Abrí los ojos y lo primero que vi fue un techo que no se parecía al de mi casa. Me dolía un poco la cabeza, intenté incorporarme pero pasé trabajo para hacerlo. Me senté en la cama y miré a los alrededores. Efectivamente no estaba en mi casa y tampoco en la escuela.

  Cerré los ojos por un momento y recordé la pesadilla que había tenido donde todos descubrían que soy albina. Mi corazón empezó a palpitar con fuerza pero después me sentí aliviada al creer que fue sólo un sueño, que eso no podría ser posible.

—¡Mamá! —llamé mientras todavía estaba sentada en la cama.

—¿Hija estás bien? —preguntó caminando hacia mí.

—Sí, pero tuve una pesadilla —le conté.

—Mi niña —dijo mientras me abrazaba. —No fue una pesadilla.

—¿Cómo? —quedé anonada.

—El chico guapo que fue a la casa te trajo hace un rato. Te desmayaste y estábamos esperando a que despertaras —expresó mi mamá con esos ojos de compasión y lástima que conozco.

—¿Quién? ¿Bastian? ¿Quiere decir que es verdad que todos saben que soy albina? —traumatizada alcé un poco la voz.

—Tranquilízate pequeña, todo estará bien. —Intentó consolarme, pero en estos momentos, nada me consolaba. Empecé a llorar.

—¿Y dónde estamos entonces? —pregunté sollozando.

—En el hospital. Estamos esperando que el médico venga para que nos digan si podemos irnos.

—No puede ser cierto mamá. ¿Cómo lo descubrieron? ¿Cómo? —alcé un poco la voz.

  Mi mamá me tomó en sus brazos y ahogué mi llanto en su regazo.

  No sé qué pensar. ¿Cómo es posible que se haya descubierto?

  Mi corazón se sentía destrozado. El único pedazo de confianza y esperanza que tenía guardado se calló al suelo y casi puse sentir el crujido de mi corazón de cristal, casi pude ver los trozos dispersados por doquier.

  No quería desconfiar, pero solo dos personas sabían mi secreto.

  ¿Habrá sido Bastian o Lara?

[...]

  Estando en mi casa, tranquila, sentí vibrar mi teléfono. Cuando revisé era un mensaje de Bastian. Tiré el aparato eléctrico para un lado, pero después de pensarlo dos veces decidí leer el mensaje sin intención de responderle.

Bastian: ¿Estás bien?

  Leí el mensaje, resoplé y apagué el móvil. Pasaron unos segundos y no pude aguantar. Le respondí.

Adelyne: No quiero que me hables.

Bastian: No te estoy hablando, estoy escribiendo.

Adelyne: Déjame sola.

Bastian: No puedo dejarte sola porque no estoy ahí contigo,
así que prácticamente ya estás sola.

Adelyne: No estoy sola.

  Después de este mensaje no recibí ningún otro. Lo mejor que hizo Bastian fue no escribirme más. La verdad, lo menos que tenía era ganas de hablar con él.

  Estaba aturdida por todo lo que había pasado.

  El mensaje que le respondí me hizo pensar. Le dije que no estaba sola. Pero... realmente, sí lo estaba.

  No quería seguir ahogada en estos sentimientos de soledad y por eso se me ocurrió hacer algo para escaparme de la realidad que estaba viviendo. Busqué mis audífonos y puse una canción al azar.

  La melodía empezó a sonar y pronto me arrepentí de haberle dado play.

Oh, espero que algún día salga de aquí
Incluso si lleva toda la noche o cien años
Necesito un lugar para esconderme, pero no puedo encontrar uno cerca
Quiero sentirme viva, afuera no puedo luchar contra mi miedo

¿No es encantador estar completamente sola?
Corazón de cristal, mi mente de piedra
Hazme pedazos, piel y huesos
Hola, bienvenido a casa.

  La canción "Lovely", de Billie Elish  y Khalid  hizo que me deprimiera aún más. No había otra letra en el mundo que describiera mejor mi situación.

  Había abierto las puertas de mi corazón para dejar entrar a Bastian. En el fondo no quería desconfiar de él, pero estaba confundida. Primeramente casi me ahogo y después al día siguiente me desmayo.

  Solté los audífonos y me senté de un tirón frente al ordenador. Ni siquiera la música en este momento podía curarme. Intentaré desahogarme aquí, donde sólo somos mi escritura, mis pensamientos y yo:

  "Un día, un chico descubrió el secreto de Blancanieves. Al ser una princesa no la dejaban salir a jugar, por eso ella se disfrazaba y se hacía pasar por una niña común y corriente para pasar el rato con otros niños. No le era fácil ocultar su piel tan blanca y rasgos característicos. Por eso llegó el día en que todo se descubrió"...

N/A
Para ponerse mejor en el lugar de ADE les recomiendo oír la canción de la multimedia.