5.

25 6 43
                                    

~Lilith-june Anderson~
17 años atrás...

Siendo apenas febrero tenía que esperar un par de meses más para enviar a mi pequeña niña a la escuela, aunque había sido mantenerla tranquila en casa.

Cuando mis opciones para entretenerla se estaban acabando decidí llevarla por una caminata a un parque cercano, pero quedaba a treinta minutos de casa, era un trayecto cansado y esperaba que eso la mantuviera cansada al regresar.

Terminé de alistar a Isa y tomó a su cebra de peluche.

Es una niña muy adorable.

Realizamos el trayecto hacia nuestro destino en mucho más tiempo del que había previsto porque ella se paraba cada vez que veía una nueva flor, es decir, casi cada tres metros. Por suerte, cuando al fin llegamos me di cuenta de que era un lugar bello y poco concurrido. Habían un par de niños más grandes que ella y algunos cuantos de su edad o más pequeños. Caminamos hasta los columpios más cercanos y ella me pidió subir a uno de ellos. Al cabo de unos minutos ya se había aburrido del vaivén del juego. Quería volver a casa y empezó a llorar.

—No llores, Isana. ¿Por que no vamos al resbaladero? —la tomé de la mano rumbo al popular juego. Pero luego de unos minutos se aburrió de eso también.

Volvimos a lo mismo.

—¿Sabes que? ¿Por que no vamos por un helado, te gustaría eso? —le pregunté mientras secaba sus lágrimas y ella sintió en repuesta —. Vamos por ese helado, entonces —nos acercamos al pequeño puesto e hicimos la fila, teníamos solo a cinco personas adelante, pero el berrinche de Isa había vuelto.

—Te cedo mi lugar si quieres.

—Oh, no se preocupe. Esperaremos nuestro turno —le dije al amable hombre que tenía al frente, pero mi pequeña no pensaba igual y su llanto se incrementaba.

Al final accedí a la sugerencia del hombre porque la gente estaba empezando a murmurar y no quería que Isana siguiera llorando, lo que no esperé es que me pidiera acompañarnos.

~Dallas Clutier~

Bueno, ser un emprendedor en estos tiempos no era justamente lo que yo pensaba. Por suerte para mí, parecía que el negocio estaba consolidándose y por ello tendría que viajar a Canadá a cerrar el trato con mi nuevo socio. Apenas era el primero, pero algo dentro de mí me decía que serían muchos más los que vendrían luego. Me dedicaba a vender accesorios para bicicletas y todo lo relacionado al ciclismo.

Oí que el hotel en donde me estaba quedando estaba cerca de un bar conocido, así que no perdí mi tiempo y me aliste para ir.

Irónicamente terminé en un parque.

—Eso fue muy amable de su parte —me agradeció por tercera vez.

—Si, bueno, no fue nada. Además parecía que ella quería el helado más que yo.

—Oh, eso se lo puedo asegurar.

—Oye, ¿puedes tratarme de tu? Es que me siento como un anciano cuando me hablan de usted —le explico esperando no sonar muy confiado, ella se dedica a limpiar la boca de la niña —. No quise sonar altivo o hacerte sentir incómoda, es solo que me pareces agradable. Soy Dallas Clutier, ¿puedo saber tu nombre?

—Es un placer, mi nombre es Lilith-june —me extiende su mano y yo la estrecho —. Ahora me temo que debo retirarme.

—Muy lindo nombre. Y no veo la necesidad de irte.

—Realmente debo irme Dallas, ella toma su siesta en un par de horas y debe estar en casa para eso —dice —. Como dije, gracias por lo de antes.

—¡Oye! Espera, quizás pueda acompañarte a dejar a la niña a su casa —digo —. Un taxi en camino.

No pone oposición y el auto llega en cuestión de minutos, todos subimos en él rumbo a casa de la niñita.

—Bueno, no quiero sonar indiscreto, pero he escuchado que siendo niñera la paga es alta, ¿cierto, Lilith-june?

—Ah... Si, así es —tartamudea y coloca a la niña en sus piernas cuando está comienza a verse cansada —. ¿Interesado en el trabajo? ¿O por que preguntas?

—Tal vez ser cuidador de niños es mejor pagado que emprendedor, ¿no crees, Lilith-june? —me gusta su nombre y ver su reacción al llamarla por él—. Hoy veré a un cliente importante, pero si no logro que la empresa sea un éxito siempre puedo cambiar de camino y ser niñera como cierta señorita.

Lilith-june le pide al taxi que pare en una casa bastante grande y con eso confirmo que el trabajo es bien remunerado.

—Realmente estoy pensandolo muy en serio —bromeo y ella ríe, luego se encamina a la puerta con la niña en brazos —. Deberíamos seguir en contacto Lilith-june, estaré unos días en el DaysIn Hotel por si quieres ir.

No responde, solo se despide con la mano y yo subo de regreso al taxi.

De camino al hotel solo puedo pensar en lo bella y misteriosa que es. En mi vida he visto a muchas mujeres bellas, pero Lilith-june tenía algo atrapante que te hacía querer conocerla a profundidad.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Beginning Where stories live. Discover now