10 DÍAS Y DESIRÉE NO SABÍA NADA sobre Terry. Le sorprendió ver como absolutamente ninguna persona en el colegio murmuraba acerca de haber visto al chico lastimado, o sobre haberse metido en una pelea dónde salió herido; nadie cuchicheaba de él, como si no supieran lo ocurrido y no pudiesen ni imaginar la situación. Dess estaba nerviosa, ¿Por qué había desaparecido? ¿A dónde había ido? ¿Estaría bien, mejor, o peor?
Se mordisqueó el labio, caminando al lado de Candy por el pasillo en dirección al salón de clases.
―Desirée, te noto muy seria y abatida ―murmuró su hermana, regresándola a la realidad.
La francesa se obligó a sonreír.
―Ah, sí, es que tengo que estudiar ―respondió sin mucho afán.
―No le mientas a tu hermana, Dess ―arguyó la pecosa, enarcando una ceja―. Es por lo de Terry, ¿no es así?
―Oh ―Desirée se ruborizó ligeramente―. Bueno, sí... Me tiene un poco tensa no saber nada de él. ¿Qué tal si...?
―Desirée ―la interrumpió Candy, tomándola del brazo―. Creo que te preocupas de más. Si me lo preguntas, dudo que sea la primera vez que Terry sale herido de una pelea y, sin embargo, a día de hoy sigue bien. Él no es un niño, sabrá arreglárselas y seguro que lo hacía antes de que llegaras.
