A DESIRÉE LE TOCÓ UNA BUENA REPRIMENDA por parte de la hermana Margaret. Se ausentó ocho horas y eso fue motivo de escándalo para la monja, pues según ella, era la primer niña del colegio en desaparecer por tantas horas. Regresó a su dormitorio feliz, ignorando el regaño, ya que había sido una buena tarde y eso la tenía risueña. Sus amigas ya estaban esperándola en la habitación, lo que la orilló a ocultar su desbordante felicidad.
―¡¿Te regañaron muy feo, Desirée?! ―preguntó Annie.
―Un poco.
―Stear y Archie están aquí ―informó Patty.
Los ojos de la francesa se iluminaron.
―¡Ah, pero que buena noticia! Era de esperarse, la tía abuela tiene una villa cerca.
―Bueno, eso significa que Elisa y Neil estarán aquí ―murmuró Annie.
Desirée tomó asiento en una de las sillas del dormitorio. Miró lo que parecían ser unos anteojos extraños sobre la mesa de enfrente, así que preguntó por ellos.
