TERRY FUE EL PRIMERO EN DESPERTAR. Se tomó el atrevimiento de quedarse ahí, en la cama, por un largo rato para disfrutar del placer de tener a Desirée dormida entre sus brazos. Finalmente, besó su mejilla con dulzura y se levantó, intentando ser gentil para no despertarla. ¡Dios, se veía tan hermosa y perfecta durmiendo! Sonrió para sí mismo, maravillado al tiempo que su corazón latía con fuerza. Se obligó a dejar de mirarla para poder tomar el coraje y salir por la ventana. Desde luego que volvería en unas horas, no dejaría a la bruja sola en ese horrible y viejo lugar.
Desirée despertó cuándo la hermana Margaret fue a dejarle el desayuno. Decepcionada al no encontrar a Terry, forzó una sonrisa y fingió estar bien frente a sus amigas y a la monja; se despidió, entusiasta, diciendo que ni siquiera quería estar en el festival, y al fin se encerró en el cuarto. Buscó una nota o un papelito con algún mensaje de Terry, no obstante, fue una búsqueda infructuosa y terminó concluyendo que él no había dejado nada.
Suspiró con pesadez, tomando a July para hacerse compañía. Tal vez debía salir e ir a buscarlo. Tomó su desayuno, inapetente, mientras escuchaba la música de los ensayos previos al festival. Cuándo hubo dejado la charola vacía, al fin decidió ir a buscar a Terry. Pero, ¿Dónde estaría?
