03.- Desconocidas

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

03.- Desconocidas

Cambió su ropa oscura por un vestido blanco y naranja y los botines por unas bailarinas blancas. Se trenzó el cabello y lo atrapó debajo de la gorra. Se miró en el espejo y rió, no se parecía en nada a ella misma. Pensó en su padre, al momento en el que salía de la piel de Jagged Stone para ser sólo Jared Stone, la diferencia era que él tenía un personaje maquillado y deslumbrante que abandonar y ella acababa de disfrazarse de otra persona. Resignada guardó su ropa en la bolsa y salió de los aseos.

Miró a su alrededor, nadie reaccionó al cambio como si no se hubieran fijado en ella al entrar. Rose removía su batido con la pajita y la mirada fija en la silla vacía frente a ella. Se sentó frente a ella nerviosa por no parecerse en nada a sí misma.

—¡Dios mío! Si no supiera que eres tú no te habría reconocido.

—Es raro —susurró.

Rose le dedicó una mirada extraña. En realidad, sentía que todo aquello era extraño, como si hubiese perdido la capacidad de estar cómoda junto a Rose, como si no fuesen más que un par de extrañas compartiendo una mesa por mera casualidad.

—Estás muy cambiada —declaró Rose.

—Es el disfraz.

Rose rió, se echó hacia adelante y tomó sus manos por encima de la mesa. Había echado tanto de menos aquel simple contacto, era algo tan anhelado durante aquellos dos años, pero lo sintió incómodo, como si no fuese correcto.

—Se te ve tan segura, tan madura —musitó apretando sus manos—. Te envidio.

—Tú también has cambiado —contestó sin atreverse a corresponder al apretón—. Han pasado dos años.

Le soltó las manos, retomó la labor de remover el batido. Suspiró.

—He visto todos vuestros conciertos —confesó con una risita—. Penny me dejaba conectarme a la retransmisión en directo. En los primeros conciertos se te veía tan nerviosa, me preocupaba que te encontrases sola en mitad de una crisis, pero con el paso de los días cada vez se te veía más segura. Hasta que dejaste de esconderte y empezaste a dejarte ver, interactuando con los demás, tocando al lado de Jagged. Ha sido increíble, Juleka, te admiro mucho por ello.

—Papá hace que sea fácil —admitió, aunque al principio sus métodos para relajarse le habían parecido absurdos el tiempo le había demostrado que eran efectivos—. No lo habría logrado sin él.

»¿Qué has estado haciendo estos dos años?

—Pues nada apasionante. Iván y yo hemos intentado seguir adelante con Kitty Section, pero sin Luka y sin ti no es lo mismo. —Se encogió de hombros—. Alix, Myléne y yo hemos abierto una tiendecita de objetos de segunda mano. En realidad, la idea fue de Myléne. Alix y yo la ayudamos.

No se atrevió a preguntarle por su situación sentimental. Le daba miedo descubrir que sí, que había pasado página, que había alguien en su vida. No quería romper la leve esperanza de que entre ellas nada hubiese cambiado. Suspiró, apuró su consumición.

Todo era extraño, todo era incómodo y nada parecía pudiera volver a fluir entre ellas.

—¿Volveréis a salir de gira?

—No en breve. Jagged va a tomarse un descanso.

—¿De verdad?

Juleka asintió, no le correspondía a ella el explicarlo, pero confiaba en Rose y sabía que no se lo diría a nadie.

—Va a dar una rueda de prensa para anunciarlo. Penny está embarazada y no quiere dejarla sola con un bebé.

—¿Están juntos? —preguntó sorprendida. Para ella había sido algo evidente desde la primera vez en que los vio juntos, mucho antes de saber que era su padre, seguramente desde antes de que ellos mismos se atrevieran a admitir en voz alta que lo que compartían no era una relación laboral y de amistad—. ¿Y te parece bien?

—¿Por qué no iba a hacerlo?

—No lo sé, porque no hace tanto que sabes que es tu padre y...

—Ya no soy una niña, Rose.

Lo sabía, pero a Juleka le había costado encajar en la vida de su padre, incluso se había sentido en inferioridad de condiciones respecto a Luka. Un bebé centraría su atención de manera constante.

—¿Quieres que vayamos a dar un paseo? —propuso para cambiar de tema.

—La prensa seguirá en la puerta.

—Con este aspecto no te reconocerán.

—¿Y si lo hacen?

—Saldremos corriendo.

Sería absurdo huir corriendo de los paparazzi, aunque se le antojó divertido. A lo mejor eso ayudaría a que la situación entre ellas fluyese de nuevo, a que su conversación no fuera tan tirante e incómoda, a que dejasen de parecer dos desconocidas. Echaba de menos la conexión especial que siempre habían tenido.

Rose se levantó primero, ella la siguió y pagó ambas consumiciones pese a sus protestas. Aún nerviosa avanzó hacia la puerta acristalada observando la espalda de quien lo había sido todo para ella y que en, ese momento, era casi una desconocida.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Para hoy tenemos la sensación de extrañeza e incomodidad al reencontrarte con tu expareja después de una larga pausa.
Mañana más.


Seulement des chansons d'amourWhere stories live. Discover now