20.- Ausencia

33 2 9
                                    

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

20.- Ausencia

¿Qué iba a hacer? Juleka estaba furiosa con ella. La entendía, pero eso no hacía que le doliera menos. Creyó que hacía lo correcto, que así la liberaba y protegía, ahora sabía que estaba equivocada. Estaba tan enfadada con ella. Le dolía tanto que así fuera.

Evitó enviarle un mensaje al que sabía de sobras que no contestaría. Tenía que encontrar la manera de hablar con ella y arreglarlo o, al menos, de explicarse en condiciones.

Recogió los restos de su desastrosa cena, la crème brûlée a medio comer de Juleka la hizo llorar. Creía que estarían bien, que todo mejoraría, que ya eran capaces de comunicarse mejor. ¿Cómo podía haberse equivocado tanto?

Marcó el número de Alix, pero colgó antes de que llegase a contestar. Quería consejo, el problema es que no sabía cómo plantear la situación sin que la tomase por una idiota rematada.

Tal vez podría hablar con Luka. La perspectiva de que se enfadase con ella por haber herido a su hermana la paralizó. ¿Qué iba a hacer?

Al final decidió que lo mejor sería esperar al ensayo del sábado para hablar directamente con Juleka.

Dejó escapar la semana, revisando de vez en cuando si tenía algún mensaje de Juleka. El viernes por la noche se metió en la cama sin ánimo y cuando el despertador sonó lo apagó sin ganas pensando en dar media vuelta y seguir durmiendo. Resignada se levantó, desayunó y vistió antes de salir de casa. Caminó despacio hasta el Liberty y cruzó la pasarela sin hacer ruido alguno. En cubierta estaban Luka e Iván con sus cuadernos de partituras abiertos en los muslos, de Juleka no había ni rastro.

—Buenos días —se atrevió a saludar.

—Bienvenida, Rose, siéntate —contestó Luka haciéndole hueco entre ambos.

—¿Y Juleka?

Luka la miró sin rastro alguno de estar molesto y le sonrió.

—Hoy no puede ensayar con nosotros. Jagged le ha pedido que le ayude a grabar no sé qué que tienen a medias.

—Ya...

Eso significaba que la estaba evitando, que seguía furiosa con ella. Tal vez debería renunciar a cantar en Kitty Section, no quería que el ambiente se volviera tenso e incómodo, no sería justo para los demás.

—¿Penny te ha confirmado si vendrá? —preguntó Iván.

—Sí, debe de estar a punto de llegar.

—¿Penny?

—Tengo algunas dudas y quería hablarlas con ella —le explicó Iván a Rose—. Quiero tener las cosas claras cuando nos presente a la tal AURORA.

Ella ni siquiera había dedicado cinco minutos a pensar en ello. Estaba centrada en su desastre con Juleka. De nuevo tuvo la sensación de que no se lo tomaba tan en serio como los demás y que era una carga, pero no dijo nada. Miró los cuadernos abiertos sorprendiéndose por todos los cambios que había hecho ambos.

Penny llegó unos diez minutos después, se sentó frente a ellos y aguantó paciente el sinfín de preguntas que le lanzó Iván. Rose se obligó a preguntar también, intentando parecer tan interesada en obtener información como su compañero, aunque lo que ella quería saber era otra cosa.

—De todas maneras, es mejor que le preguntéis a ella directamente cuando venga —comentó tranquila—. A parte de daros consejos y responderos sobre el mundillo, no puedo deciros cuáles son sus planes para con vosotros.

—No importa, me has ayudado mucho. Gracias —contestó Iván mucho más relajado.

—Si os parece bien la citaré para la semana que viene. A vuestros padres les ha parecido una buena idea, pero la opinión que importa es la vuestra.

Los tres estuvieron de acuerdo en verla al sábado siguiente. Prometieron acabar de pulir el nuevo tema para mostrárselo a la mánager cuando pasase a verle. Penny se despidió de ellos. Rose la observó con aprehensión, no podía dejar que se fuera, necesitaba preguntarle por Juleka. Saltó de su silla y la siguió.

—Pe-Penny, ¿puedo hablar contigo?

La mujer asintió con suavidad y una sonrisa amable en los labios.

—Yo... es sobre Juleka. Hemos discutido.

—Sí, lo sé, me lo ha contado.

Ya sabía que se había acercado a Penny, que se sentía cómoda a su lado, pero aún y así le sorprendió descubrir que se lo había explicado.

—Me está evitando.

—¿Lo dices porque no está aquí hoy?

—Sí.

—No tiene nada que ver con vuestra discusión. Durante la gira Jagged y ella estuvieron componiendo un par de canciones a medias para ayudarla a ganar confianza en su faceta de compositora —explicó Penny con aquel tono de voz tranquilo que lograba calmar a quien la oyese—. Le prometió grabarlos cuando estuviese acabado el estudio de grabación.

»No es que vayamos a volver a salir de gira, pero Jagged tiene varios compromisos cerrados y le queda poco tiempo libre antes de eso. Prefería aprovechar el día de hoy a aplazarlo indefinidamente.

—Ya entiendo —contestó sintiéndose algo mejor.

—De todos modos, si te preocupa deberías de intentar hablar con ella. Juleka está un poco triste y enfadada, pero no se negará a escucharte.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque sabe que no está actuando bien y tiene tantas ganas de arreglarlo como tú.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Hoy ha sido un día un poco raro y no he tenido muchos ánimos para escribir, por eso es tan cortito.
Mañana más.


Seulement des chansons d'amourWhere stories live. Discover now