06.- Kitty Section

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

06.- Kitty Section

Se despertó pronto, estaba un poco nerviosa por volver a reunir al grupo. La incertidumbre sobre cómo encajarían de nuevo la hacía sentir inquieta. Le preocupaba que todo fuese igual de incómodo como lo había sido a solas con Rose.

Subió a cubierta y revisó el viejo escenario. Estaba lleno de trastos, seguro que nadie lo había usado en aquellos dos años, ¿quién iba a hacerlo si Kitty Section se había disuelto? Una mezcla de tristeza y vértigo la invadió, hubo un tiempo en Kitty Section era su lugar seguro, se subían a aquel pequeño escenario y el mundo parecía un lugar maravilloso, tocaban, hablaban y pasaban las horas. Lo echaba de menos, no se había dado cuenta de cuánto lo hacía hasta que se plantó delante de todos aquellos trastos.

Bien, si iban a reunirse había que despejar el escenario. A lo mejor no tocarían, pero se sentirían mejor al tener disponible su espacio. Se recogió el pelo en una trenza y puso manos a la obra. Empezó retirando las sillas plegables que su madre había apilado contra el decorado y las trasladó hasta el pequeño rincón bajo el techado que solían usar de almacén. Continuó con las colchonetas, arrastrándolas escaleras abajo. Al regresar arriba se dio cuenta de que también tendría que limpiar un poco, se había acumulado bastante polvo, tomó la escoba y la pasó por el suelo elevado, la nubecilla de polvo la hizo estornudar.

—Te has levantado con energía.

—Creía que seguías durmiendo.

Luka acabó de cruzar la pasarela del barco cargado con un par de bolsas en las manos, las dejó sobre la mesa de plástico y se acercó a su hermana con otra escoba en la mano.

—He ido a comprar algunas cosas. Mamá se pondrá de los nervios si le saqueamos la nevera.

Aunque Anarka no solía quejarse, Juleka, se dio cuenta de que tenía razón, ahora que tenían su propio dinero no podían seguir esperando a que ella lo pagase todo.

—¿A qué hora has quedado con los demás?

—Les dije que vinieran sobre las once. Tenemos tiempo de adecentar esto si nos organizamos bien.

Se dividieron las tareas y se concentraron en acabar lo antes posible. Ordenar no era una de las tareas habituales en el Liberty, así que la mitad de la operación «recuperar el escenario» consistió en mover el desorden de un lugar a otro pacientemente y sacar una cantidad considerable de polvo de las tablas de madera y el decorado. Limpiaron también la batería y recuperaron el taburete preferido de Iván. Distribuyeron los cables por el suelo, preparados para su uso y el pie de micro de Rose ocupó el centro del espacio devolviéndole aquel aspecto seguro y familiar.

Iván fue el primero en llegar. Se sorprendió al ver el escenario preparado como si nunca hubiese dejado de usarse. Se sentó con los dos hermanos parloteando hasta que Rose subió también.

—¡Nuestro escenario! —exclamó.

—¿Qué es una reunión de Kitty Section sin nuestro escenario? —le preguntó Luka.

—Soy la última en llegar. —Rió y se unió a ellos—. Lo siento.

—Falta Zoé —contestó Juleka.

—No va a venir. —Rose se encogió de hombros—. Cuando os fuisteis dejó el grupo.

—Se sentía culpable —explicó Iván—. Decía que era culpa suya que Juleka se marchase.

Luka miró a su hermana que se había quedado congelada en el sitio con sus ojos castaños clavados en Iván. Era bastante evidente que su llegada había roto algo en la paz de Juleka, que se sentía más fuera de lugar e insegura de lo habitual. Zoé no era idiota, lo había notado e, incluso, lo había hablado con él. Le había dicho que no se preocupase, que se le pasaría, pero su decisión de marcharse la había empujado a una culpabilidad que no debía sentir.

—No me fui por ella, que tontería.

—Deberías decírselo a ella, se sentiría mejor —murmuró Luka.

—Vale, la llamaré.

Iba a sentirse incómoda llamándola, pero era peor dejar que se culpase de sus decisiones.

—Por ahora concentrémonos en nosotros cuatro, en el grupo original —sugirió Luka—. ¿Os gustaría ponerlo en marcha de nuevo e intentarlo?

—¿Qué pasa con Jagged? —preguntó Iván.

—Penny y él van a tener un bebé, va a haber un parón de al menos un año y medio. Además, no sé qué pensará Juleka, pero mi idea no es seguir con él para siempre. Quiero hacer mi propia música como antes.

Juleka asintió. Ella tampoco quería pasarse el resto de su carrera corriendo detrás de su padre por más estimulante que fuera.

—Me encantaría que volviéramos a tocar juntos —declaró Rose emocionada—. Nos lo pasábamos tan bien juntos. Echo de menos nuestras reuniones para componer canciones, era tan divertido.

—Tendremos que grabar material nuevo, algo que llame más la atención —intervino Juleka.

—¿Más como Jagged?

—Creo que lo que quiere decir Juleka, Rose, es que tenemos que escribir algo más adulto y que suene más como nosotros.

—No podemos sonar como Jagged, su música es personal. —Iván se rascó la nariz nervioso—. Nosotros no somos él.

Y tratar de parecerse a él sería contraproducente. Ninguno lo había querido nunca y no iban a hacerlo ahora. Tenían que seguir su camino, buscar su propio estilo, uno que unificase el de los cuatro.

—¿Y si empezamos por reescribir nuestro primer tema?

Rose la miró, sus ojos azules brillaban emocionado ante aquella sugerencia. El primer tema de Kitty Section era obra de ambas, algo que habían perfeccionado gracias a Luka. La canción, sin duda, significaba mucho para ambas, como si su alma se hubiera entretejido en cada nota.

—¡Sí! ¡Hagámoslo!

—Bien, ya sabemos por dónde empezar —determinó Luka.

Ahora sólo era cuestión de empezar y esperar que Rose y Juleka lograsen superar su incomodidad cuando estaban a solas.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! De nuevo con poco tiempo. La primera reunión de Kitty Section en el Liberty.
Mañana más.


Seulement des chansons d'amourWhere stories live. Discover now