17.- Nuevos comienzos

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

17.- Nuevos comienzos

La voz de Rose sonaba firme, aunque le falló la afinación varias veces. No era importante porque estaba intentando recuperar las buenas sensaciones de antes de separarse. La letra sonaba bien, con un mensaje potente y totalmente alejado de la letra original.

Rose rió al acabar de cantar contagiando a los demás. No se atrevió a decirlo porque parecía una estupidez, pero mientras cantaba la había embargado la sensación de haber vuelto atrás en el tiempo. Se había transportado a aquel día en que Juleka, Iván y ella estaban ensayando en cubierta y Luka subió a bordo con la funda de su guitarra al hombro. Ese día cambió prácticamente todo, por primera vez en su vida se sintió parte de algo importante.

—Haré un par de retoques más a las partituras para que destaque más tu voz —dijo Luka tocando de nuevo el estribillo—. Pero diría que casi lo tenemos.

—He desafinado.

—A mí me ha sonado bien —declaró Juleka.

—Podemos tocar el tema nuevo y ver si nuestras partituras encajan bien —sugirió Iván.

Los dedos de Juleka entonaron el primer acorde y el resto la siguieron con facilidad. Rose dudó, pero se animó en cuanto Jagged asintió invitándola a cantar. La letra no estaba acabada, así que improvisó un poco en las partes que sentía menos naturales.

—Juls, cariño, ¿has pensado en incluir alguna floritura técnica? —preguntó Jagged acercándose al escenario.

—Sí, pero no me convence nada.

Se descolgó el bajo del hombro y se lo ofreció a su padre que replicó sus notas con facilidad. Las cuerdas emitieron un suave chirrido cuando su mano bajó bruscamente por el mástil, se movió rápidamente por la cuerda del sol arrancando un sonido firme.

—Como si fuera un chelo —musitó Luka captando la atención de Rose.

—Creo que podrías jugar con este tipo de técnicas, el bajo te da mucho margen para experimentar.

Le sorprendió ver que Juleka no se encorvaba con inseguridad ante aquel sencillo comentario que era un simple consejo. Tomó de nuevo el instrumento e imitó a su padre frunciendo el ceño.

—No me siento cómoda.

—Bien, cariño. Si quieres juguetear con las técnicas dímelo.

—Lo haré.

—¿Y tú, Luka?

—No creo que sea necesario. Queremos que destaquen el bajo y la batería.

—Veo que lo tenéis muy claro.

—No atosigues a los niños, vaquero, saben lo que hacen.

Jagged se rascó la nuca nervioso como si acabasen de pillarle haciendo una travesura.

—Sólo quiero ayudarles un poco.

—Papá, si necesitamos consejos te lo diremos.

—¿Y la letra? —se atrevió a preguntar Rose.

Los ojos de Jagged brillaron con entusiasmo al ver que había alguien en aquella cubierta que sí que quería sus consejos y opiniones.

—Es interesante, sé que no está acabada, pero el mensaje de amor es bonito. Lo que no acaba de convencerme es que te mantengas en un tono tan bajo —explicó chasqueando los dedos—, le falta un poco de chispa, un poco de osadía.

—No llego a notas muy altas...

—¡Tonterías! ¡Claro que puedes llegar! Es una cuestión de técnica, primero tienes que aprender a impostar y proyectar la voz. —Jagged sacudió ligeramente los hombros y los cuadró—. Empuja la voz con el diafragma, no fuerces las cuerdas vocales y vocaliza al máximo.

Sujetó su muñeca y la dirigió hacia su pecho haciendo que apoyase la mano justo debajo de sus clavículas.

—Habla.

—¿Qué digo?

—¿Has sentido tu pecho vibrar?

—No —contestó confundida.

—Bien. Inspira hondo un par de veces, llena al máximo tus pulmones y deja que el aire se deslice por tu laringe suavemente. Relaja el cuello, la lengua y los labios. Siente el flujo del aire, empújalo con el diafragma. Sólo tu diafragma y tus pulmones deben trabajar con el aire.

»Muy bien. Ahora háblame.

—¿Esto sirve para...? ¡Lo he sentido! —exclamó emocionada al sentir su pecho vibrar con suavidad.

—¡Fantástico! Sólo tienes que practicar un poco y lo dominarás a la perfección.

—¡Muchas gracias!

—Si necesitas algunas clases puedes venir a verme.

Unas clases de canto le irían bien, así ella estaría a la altura de los demás. Seguro que eso la ayudaría a dejar de sentirse tan insegura y presionada.

—Penny y yo nos vamos ya, hemos quedado con vuestros padres para hablar de lo del mánager para saber si estarían de acuerdo en caso de que aceptéis —dijo señalando a Rose e Iván—. Cualquier cosa que necesitéis podéis llamarnos.

Siguieron ensayando. Rose intentó poner en práctica lo que acababa de enseñarle Jagged, dándose cuenta de que tenía mucho trabajo que hacer hasta controlarlo.

Comieron con Anarka y trabajaron un rato más en los cambios que estaban haciendo. No querían precipitarse antes de dar un paso definitivo. También hablaron sobre la posibilidad de tener a una mánager. Anarka les explicó cosas sobre aquella mujer a la que había mencionado Penny, les aseguró que cuidaría bien de ellos si la aceptaban, también que no debía de sentirse empujados a hacerlo porque se la hubieran recomendado, que la decisión debía de ser enteramente suya. Todos estaban dispuestos a aceptarla en caso de que el proyecto saliese adelante.

Ensayaron un par de horas más hasta que Luka dijo que tenía que irse, que había quedado con Marinette para hablar y ponerse al día. Juleka resopló y puso los ojos en blanco. Le preocupaba su hermano, pero no iba a meterse. Iván se marchó también y ambas se quedaron a solas en cubierta.

—Juleka, te invito a cenar mañana en mi casa, no puedes decir que no, ¿vale?

—Vale.

—A las seis en punto. No llegues tarde.

—Allí estaré.

—¡Genial! Me voy ya, tengo muchas cosas que hacer.

—Ah, Rose...

Pero Rose Salió corriendo sin darle opción a decir nada más.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Una pequeña lección de canto, de hecho es una de las primeras cosas que hay que aprender tanto para cantar como para actuar.


Seulement des chansons d'amourWhere stories live. Discover now