05.- Hermano

35 1 0
                                    

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

05.- Hermano

Desastre. Así podía calificar aquel primer encuentro con Rose. Un encuentro dominado por la extrañeza y la incomodidad. Un encuentro que apenas había durado dos horas.

Se sentó en el sofá del Liberty y miró la nevera, quizás un buen atracón de helado la hacía sentir mejor, tal vez así aquel sabor amargo la abandonaba y recuperaba el ánimo.

—Has vuelto pronto.

—No ha ido muy bien.

Luka le acarició el pelo y se sentó a su lado. Dibujó aquella sonrisa amable y comprensiva que hacía que pareciera que todo era fácil y que se arreglaría solo.

—¿Quieres hablar de ello?

—Ya no nos entendemos.

—Os conocéis de toda la vida, eso que dices es imposible.

—Lo dices porque no has estado ahí —se defendió, aunque Luka no la estaba atacando—. No hemos intercambiado ni diez frases seguidas sin quedarnos atascadas. Es como si ya no tuviéramos nada que decirnos, como si ya no quedase ni una simple amistad entre nosotras.

Y eso era lo que más le dolía, porque deseaba que al menos su amistad hubiera sobrevivido a los dos años de separación.

—Tienes que ser más paciente, Juls. Han pasado dos años para ti, pero también han pasado para ella. No puedes esperar que todo sea igual, ni retomarlo como si el tiempo no hubiera pasado.

Lo sabía, pero seguía deseando que todo fuera igual que antes. Estaba frustrada.

—Rose te quiere y siempre va a hacerlo. Eres la persona más importante para ella.

—¿Y si me equivoqué al irme?

—No puedes decirlo en serio. —Se sorprendió—. Todo lo que has hecho, todo lo que has aprendido, todo lo que has logrado, ¿no lo valoras? Entiendo que te sientas decepcionada por la situación con Rose, pero no es motivo para restarle importancia a lo demás Juleka.

Una parte de ella era consciente de que tenía razón, que todo su crecimiento personal era valioso. La otra, la derrotista, se estaba arrepintiendo de todo. Tenía claro que aquel lado suyo nunca iba a abandonarla por más seguridad en sí misma que ganase, y eso aumentaba su frustración.

—¿Y tú? ¿Has visitado a Marinette? —preguntó para cambiar de tema.

—Aún no, hemos quedado para vernos el sábado.

—Me sorprende que sigáis siendo tan amigos.

—¿Por qué no íbamos a serlo? No ha hecho nada malo.

—Te dejó —lanzó con ganas de molestarle.

—No funcionó —rebatió sin ofenderse.

Evitó mencionar a Adrien, no quería ser cruel con su hermano, no se lo merecía. Se preguntó si aún conservaba la esperanza de que todo cambiase y recuperarla. Su hermano era una persona realista, pero seguía enamorado de ella y no parecía que eso fuese a cambiar por más tiempo que pasase. Le hacía enfadar.

—Odio ser adulta.

Luka rió. Con veinte años no debería de ser tan fatalista con su vida adulta, no tenían ni la mitad de preocupaciones de un adulto y Juleka ya lo odiaba.

—Todo era más fácil antes.

—Te lo parece ahora porque eres más madura, lo ves en perspectiva y te das cuenta de que era sencillo de resolver, pero cuando estabas en la situación se te hacía cuesta arriba y no sabías hacia adónde tirar —declaró. Juleka buscó refugio y consuelo entre sus brazos como si aún fuese una niña—. La experiencia marca la diferencia. Dentro de un tiempo, cuando mires este momento de tu vida también te parecerá fácil.

—¿Y si no es así?

—Puedes empujarme por las escaleras.

Juleka rió. De pequeños Luka siempre acababa teniendo razón en las discusiones y eso la hacía enfadar, así que durante una rabieta infantil le había dicho que cuando se equivocase le empujaría por las escaleras y así se vengaría por perder siempre contra él. Luka era una persona tranquila y observadora, eso era lo que marcaba la diferencia con los demás. Mientras todos corrían en pánico arriba y abajo en busca de una solución, Luka, se sentaba, pensaba en ello y observaba sin prisa.

—¿Vais a volver a quedar?

—No lo sé. Tal vez con las demás, Alix quiere que vayamos todas juntas a cenar a una pizzería.

—Es una buena idea.

Tenía razón, al fin y al cabo, Rose no era la única persona de la que se había alejado. Sus amistades también estaban en pausa desde hacía dos años. En vez de centrarse sólo en Rose debería empezar por relacionarse con todos los demás también.

—¿Te gustaría reunir a Kitty Section?

Luka la miró con curiosidad, se encogió de hombros y sonrió.

—Sería fantástico, ¿te sientes preparada para ello?

—No será más difícil que seguirle el ritmo a papá en el escenario.

Aceptó, le apetecía ver a los demás, bajar el ritmo frenético que Jagged llevaba y poder hacer algo más pausado y personal. También le ayudaría a ver el comportamiento de Rose respecto a Juleka, porque le preocupaba que se viniera abajo.

—Les citaré a todos el viernes por la mañana.

—El viernes. De acuerdo.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Hoy he tenido poco tiempo para escribir, pero aquí os dejo el capítulo de hoy.
Mañana más.


Seulement des chansons d'amourWhere stories live. Discover now