Capítulo 14

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Taemin pensó que tendría a Min Ho en la casa pocos días después o a la semana siguiente de que hablaron, pero luego de que le dijera que no estaba embarazado, el alfa no lo volvió a llamar ni fue a casa y el omega estaba bien con eso, era como si su vida volviera a la normalidad, quizás su esposo había cedido a renunciar a la idea de tener hijos con él.

El omega había terminado su sesión de yoga en ese día cuando el timbre de la casa sonó, lo que le pareció bastante extraño, porque no estaba esperando a nadie ni nada, y al abrir la puerta no pudo evitar que su ceño se frunciera, porque la persona que menos esperaba estaba parada ahí, luciendo su rostro serio y poco amigable que tenía a su alrededor siempre. Una mirada rápida por su cuerpo le hizo saber que estaba siendo juzgado, pero esa era su casa, no esperaba esa visita y tenía derecho a estar sudado y poco arreglado luego de hacer ejercicio.

—Señora Choi —dijo Taemin todavía en un tono de sorpresa.

—Tenemos que hablar, omega.

Taemin no se ofendió por no ser llamado por su nombre, porque sabía que la mamá de su esposo a menos que lo viera estrictamente necesario, no lo haría, era como si quisiera marcar una distancia y mostrar que era menos que ella, y realmente no le prestó demasiada atención, porque si lo hacía se terminaría enojando pero no resolvería nada.

—Pa...

Ni siquiera pudo terminar de invitar a la alfa a entrar en la casa porque ella se había autoinvitado, pasando a su lado casi empujándolo, siendo seguida por su asistente personal, la que llevaba una carpeta en su mano y parecía verlo con la misma superioridad de la madre de Min Ho.

—Cierra las ventanas y enciende el aire acondicionado —ordenó la gobernadora —apesta.

La asistente comenzó a hacer lo que se le ordenó, sin preocuparse de que el omega no había dicho si estaba bien o no que lo hiciera.

El ceño de Taemin se frunció cuando la escuchó. Él entendía que ella pudiera ordenar y hacer comentarios despectivos cuando la visitaban en su casa, pero esa no era su casa, sino la de él y Min Ho, no tenía ningún derecho, sin embargo parecía que no era algo que recordara mientras se sentaba en su sala de estar con tal confianza que parecía pretender esperar que él entendiera e hiciera cualquier cosa para complacerla.

—Siéntate, omega, no tengo todo el día.

No quiso hacerlo. No sabía la razón de odiar tanto la sola idea de obedecerla, pero luego de segundos de recibir su intensa mirada que parecía advertirle que si no obedecía sería obligado a hacerlo, lo hizo, se sentó lo más alejado que pudo de ella. No estaba nervioso en su presencia y pareció ser algo que a la gobernadora no le gustó y eso le causó satisfacción. Taemin sabía que la mujer no hacía las reglas de la sociedad, pero era la imagen de ellas en la ciudad.

La gobernadora hizo un gesto con su cabeza a su asistente y la carpeta que ella llevaba en sus manos fue dejada frente a Taemin.

—¿Qué es esto? —preguntó el omega.

Taemin abrió la carpeta y con lo que se encontró fue con varios perfiles de omegas que eran provenientes de buenas familias, incluso recordaba haber visto algunos de sus rostros en televisión, siempre luciendo como si fueran perfectos junto a sus familias. Al terminar de revisar el último perfil la hoja que lo siguió era una que decía: acuerdo de divorcio. Levantó la mirada y observó a la alfa que parecía esperar que él hubiera entendido lo que quería decir.

—No entiendo, ¿qué busca?

Era una mentira, había visto su nombre y el de Min Ho en la hoja del acuerdo de divorcio, pero era más fácil fingir que no lo hacía, conocía la carta de jugar al omega confundido, vulnerable y a veces tonto, parecía encantarle a los y las alfas.

SistemaWhere stories live. Discover now