Capítulo 31

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Los ojos de Taemin se posaron en toda la pequeña ropa extendida sobre la cama. No sabía en qué momento se había vuelto un omega loco por las compras, pero era como si desde el día que salió con Min Ho para comprar las cosas de su hijo, hubiera adquirido una nueva obsesión por comprar ropa y artículos para el bebé. En el pasado, el omega nunca se vio emocionado por hacerlo, pero ahora sí, incluso se había descubierto deseando que su hijo ya naciera para que pudiera usarla todo, pero todavía faltaban meses para que eso sucediera.

No dudó cuando presionó el botón en su brazalete que lo comunicaría con su esposo pero casi de inmediato estuvo gruñendo cuando la llamada fue rechazada. Sabía que Min Ho estaba ocupado la mayor parte del tiempo, pero eso no significaba que su deseo de hablar con él iba a disminuir. Quería ver su rostro, así fuera por la pequeña pantalla y tal vez si sus superiores se enteraban que su omega lo necesitaba tanto, iban a quitarle el castigo que le impusieron por quedarse tres días con él la semana anterior, cuando lo acompañó al centro comercial y compraron la cuna que a él le gustó, la que tenía tallados de un tigre bebé y que luego el alfa tuvo que armar en su habitación, porque él quería que estuviera ahí.

Al principio Taemin había pensado en que el bebé iba a tener su propia habitación, pero mientras caminaba sosteniendo la mano de Min Ho cuando iban de una tienda a otra buscando la cuna, se dio cuenta de que no le gustaba mucho la idea y prefería que el bebé durmiera en su habitación con él, después de todo, solo estarían los dos la mayor parte del tiempo y, al menos los primeros días después del hospital tal vez serían difíciles para él, por lo que mejor era tenerlo cerca.

Cuando intentó llamar dos veces más y tuvo el mismo resultado, una pequeña esperanza empezó a crecer dentro de Taemin, que comenzaba a creer que tal vez Min Ho estaba conduciendo a casa y por eso no le respondió, sin embargo, también sabía que solo era lo que él quería creer, porque los castigos no se ponían ni se levantaban a la ligera.

En el momento que finalmente Min Ho le respondió, su rostro estaba serio y sus ojos casi parecían amenazadores, pero la expresión se suavizó cuando vio al omega que en ese momento estaba comiendo un pequeño trozo de pastel de chocolate que había comprado de regreso a casa.

—¿Es un mal momento para llamarte? ¿estás ocupado? —preguntó en un tono suave Taemin.

—Un poco.

—¿Quieres que te llame después?

—No es necesario, dime qué pasa.

Taemin dudó por un momento, no había una razón importante por la que estaba llamando a Min Ho, pero como días anteriores, quería mostrarle lo que compró para su bebé, pero el alfa parecía vigilante.

—Compré cosas para Tai.

—¿Tai?

Las mejillas del omega se volvieron rojas cuando escuchó la pregunta de su esposo y vio sus cejas alzarse, en una expresión bastante curiosa.

—El bebé necesitará un nombre —murmuró —y... y cuando nos demos cuenta ya estará naciendo y no tendremos uno, así que estuve investigando y Tai es un nombre bonito.

Los dedos de Taemin jugaron con la bolsa del sonajero que había comprado en ese día. Sabía que cosas como buscar el nombre para un hijo eran cosas que se hacían en pareja, pero cuando tenía a Min Ho cerca, lo último que estaba pensando era en buscar un nombre para el bebé, solo sentía que no podría tener suficiente del alfa y que quería estar todo el tiempo al lado de él.

El ceño de Min Ho se frunció luego de escucharlo, lo que hizo que el omega asumiera que no le había gustado el nombre que le dio al bebé.

—Puede ser un nombre provisional, si no te gusta podemos buscar otro cuando vengas a casa.

SistemaWhere stories live. Discover now