Capítulo 15

368 76 11
                                    

Min Ho no lo había llamado en semanas y normalmente Taemin estaba bien con eso, pero en los últimos días no lo estaba. Sí, antes sabía que había personas siguiéndolo, pero ahora era más consciente de eso y lejos de hacerlo sentir seguro fue todo lo contrario, porque sentía que en cualquier momento alguien lo atacaría, incluso cruzar solo las calles le hizo temer, porque ya había sido casi atropellado por un auto que al parecer su conductor estaba distraído, o eso fue lo que todos vieron cuando el incidente sucedió y el omega empezaba a sospechar que tenía que ver con la visita que recibió de la gobernadora.

Taemin nunca había tenido la necesidad de hablar con Min Ho, pero en los últimos días sintió que era algo que tenía que hacer, sin embargo, cada vez que había colocado su mano sobre su brazalete con esa intensión, se arrepintió, ¿y si su esposo estaba de acuerdo con las acciones de la gobernadora? Después de todo, todos esos omegas que le mostraron eran de mejores familias que él, no obstante, cada vez que recordaba su conversación con la alfa, sabía que no era así.

Durante los tres años que Taemin llevaba casado con Min Ho, a excepción de cuando había estado estresado por todo el asunto de saber si estaba embarazado o no, nada le había quitado el sueño, ni siquiera cuando tenía al alfa a su lado, no obstante, desde que se empezó a sentir inseguro, no pudo dormir con normalidad, cualquier pequeño sonido lo tenía alerta, como si esperara que alguien entrara a mitad de la noche a la casa y terminara con su vida, ¿estaba siendo paranoico por eso?

El sonido de un motor siendo apagado afuera de la casa lo despertó y luego de pocos minutos escuchó la puerta principal abrirse. No podía decir que la ciudad fuera insegura, pero con sus nervios a flor de piel, ahora podía imaginar los peores escenarios para él, y más si había pasos que apenas se podían escuchar subiendo por las escaleras y luego igual de silenciosos caminaron por el pasillo hasta detenerse frente a la puerta de su habitación.

La mano de Taemin se posó en el brazalete en su muñeca. Sabía que debía buscar el botón de auxilio para que la policía estuviera en su casa lo antes posible, pero cuando la pantalla de su brazalete se encendió su mirada se fijó en el botón de marcado rápido en el que estaba configurado su esposo, después de todo, el brazalete solo permitía registrar botones de emergencia y para llamadas a su pareja y si no tenía uno, el botón estaría deshabilitado.

Nunca se había sentido tan lento para reaccionar como cuando escuchó que la puerta intentó ser abierta desde el exterior, porque solo debía pedir ayuda, quizás buscar un lugar para esconderse, aunque sería un lugar bastante obvio si solo podía hacerlo debajo de la cama o en los armarios, pero para cuando la puerta fue abierta a pesar de estar asegurada, lo único que hizo fue apagar la pantalla de su brazalete, como si pudiera esconderse en la oscuridad de la recámara, y casi fue instantáneo cuando todo el pánico que estaba sintiendo fue reemplazado por una sensación de alivio cuando un aroma familiar inundó sus fosas nasales.

Las luces no fueron encendidas en absoluto cuando la persona que acababa de llegar caminó hacia el armario y luego la puerta de este se cerró antes de que la luz fuera encendida en su interior. El ceño de Taemin se frunció mientras veía la luz filtrarse bajo la puerta, haciéndolo sentir extraño. Supuso que Min Ho había pensado que estaba dormido o simplemente no quiso hablar con él en esa noche, después de todo, no era necesario la cordialidad, no entre ellos.

No pasó mucho tiempo antes de que la luz del armario se apagara y la puerta se abriera, Taemin cerró los ojos fingiendo que dormía, si su esposo no quería hablar con él, estaba bien con eso, además de que no tenía nada cordial que decir en ese momento. Esperó que Min Ho le dijera que se moviera hacia su lado de la cama porque estaba casi en el centro, no obstante, el alfa solo apartó las mantas y se acostó lentamente a su lado sin tocarlo, como si estuviera cuidando no despertarlo.

—¿Por qué estás aquí? —finalmente susurró Taemin a pesar de que se dijo que era mejor fingir que dormía.

La luz no estaba encendida, pero la habitación no era lo suficientemente obscura como para no ver la sombra de Min Ho cuando giró la cabeza en su dirección, como si él pudiera verlo.

—¿No estás dormido?

—Eres muy ruidoso —mintió.

Esa no sería la primera vez que Min Ho llegaba en mitad de la noche y dormía a su lado, pero no solía enterarse de eso hasta la mañana siguiente cuando despertaba junto a él, o lo veía en la sala de estar. Quizás esa noche pudo ser igual si no hubiera estado despierto.

—Lo siento —dijo Min Ho en voz baja, volviendo su mirando hacia el techo.

—Todavía no respondiste mi pregunta, ¿por qué estás aquí?

La voz de Taemin era baja y sonaba tranquila, algo que Min Ho notó, pero no preguntó la causa. Guardó silencio por un momento, en el que respiró, causando más curiosidad en el omega, que aferró sus manos al borde de la manta, ¿tal vez su esposo sabía lo que estaba pasando con él? ¿por eso estaba ahí?

—Mi celo está cerca —finalmente habló el alfa.

—Oh...

Taemin retrocedió en la cama, alejándose un poco más del cuerpo de Min Ho, algo que no pasó desapercibido por el alfa, que quiso bufar, porque realmente esa corta distancia no haría nada si él quisiera atacar al omega.

—Tranquilo —su voz bajó más y volvió a girar el rostro hacia su esposo —tomaré supresores.

Las cejas de Taemin se elevaron, en realidad lo último que había esperado era que Min Ho dijera que tomaría supresores, no cuando no dejaba de repetirle que sus acciones eran tontas por su consumo ilegal de supresores, además de todo el asunto de aferrarse tanto a la idea de querer un bebé. Le pareció más creíble escuchar a Min Ho decirle que lo volvería a inducir a su celo que eso.

—Pero son ilegales.

Taemin se sorprendió a sí mismo cuando su tono parecía estarle diciendo a Min Ho que no debería de hacer eso. Quizás los últimos días y todo lo que estaba pasando lo tenía sensible, que ni siquiera se molestó por enojarse con su esposo por lo hipócrita que ahora sonaban sus palabras, cuando él tenía prohibido los supresores porque eran acciones tontas.

—Para ti.

—¿Qué?

—Duérmete —ordenó —no voy a atacarte en mitad de la noche, lo prometo.

Esas palabras se suponía que deberían de tranquilizarlo, sin embargo, no lo hicieron pero tampoco tenía nada que decir al respecto, no en esa noche, cuando inconscientemente inclinó su cabeza un poco hacia adelante, más cerca de Min Ho, respirando con lentitud su aroma, como si temiera que el alfa se diera cuenta de lo que estaba haciendo. Si el omega se hubiera detenido a pensar en sus acciones y emociones, se hubiera enojado consigo mismo por el hecho de que en esa noche estaba bien con la cercanía de su esposo, quizás porque tenerlo en la habitación, incluso después de que le hubiera dicho que su celo estaba cerca, no se sintió en peligro como había sido en las últimas semanas.

SistemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora