Capítulo 38

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Había esperado a que Min Ho se fuera al día siguiente de llegar, pero parecía que después de meses en los que no regresó a casa, había decidido pasar un largo tiempo ahí, que por un momento parecía casi irreal su conversación de dos noches atrás. Taemin todavía no estaba feliz con la idea del divorcio y ni siquiera él entendía la razón, pero cada vez que dudaba y quería retractarse, se recordó que tal vez con la ayuda de su esposo y la influencia de que era el hijo de la gobernadora, podría saber qué sucedió con su bebé.

Luego de su conversación en la que acordaron divorciarse, no habían vuelto a hablar y, a excepción de las veces que coincidían en los diversos espacios de la casa, estaban fingiendo que el otro no estaba cerca, o al menos así lo había sentido Taemin, hasta en esa mañana, en la que el alfa lo invitó a la fiesta de beneficencia para omegas en situación de riesgo, organizada por la gobernadora.

Taemin estaba seguro de que la decisión correcta hubiera sido negarse, pero había terminado aceptando incluso si sabía que su esposo lo invitó solo como parte de la formalidad, porque tal vez que estuviera en la ciudad se debía a que tenía que asistir a dicho evento, y por el momento, verlos juntos ayudaría a la imagen de la gobernadora.

—Jong In —susurró Taemin cuando las manos de Min Ho se posaron en su cintura mientras bailaban.

Sintió a Min Ho tensarse y al alzar la mirada se encontró con el rostro lleno de confusión de su esposo, lo que hizo que quisiera sonreír, porque sabía que lo siguiente que diría iba a gustarle mucho menos. Era como si tuviera la necesidad de hacer cosas que el alfa no aprobara, como si necesitara verlo molesto para sentirse satisfecho.

—¿Qué pasa con Jong...?

—El alfa con el que quiero casarme para darte el divorcio, es Jong In.

No habían vuelto a hablar del tema luego de que Taemin colocara sus condiciones y, a pesar de que estaban en la misma casa todo el tiempo, hasta ese día, en el que volvieron a construir la imagen de una pareja cariñosa frente al público, aunque no iba a durar mucho si se divorciaban.

Cuando el ceño de Min Ho se frunció, Taemin quiso sonreír ampliamente debido a la satisfacción que le causó.

—Jong In está casado y tiene hijos, no pue...

—Dijiste que no importaba, que yo eligiera al alfa que me gustara, me gusta Jong In, es al único alfa al que dejaría que volviera a tocarme.

Taemin quiso saber lo que estaba pasando por la cabeza de su esposo, pero pudo notar que estaba intentando controlar su disgusto por sus palabras, lo que pareció impulsarlo a que quisiera decir más cosas que lo molestaran, como si eso pudiera cambiar aquella sensación de enojo y frustración que él mismo tenía.

—Él no —dijo Min Ho con voz seria, casi como una advertencia.

—¿Por qué? —preguntó en un tono caprichoso —tú dijiste que yo podría tener al alfa que yo quisiera y ese es Jong In, o no voy a divorciarme.

Taemin no pensó que sería tan satisfactorio encontrar una razón diferente que su propio deseo de no querer divorciarse de Min Ho. Siempre se había escudado en que no deseaba ser un omega señalado por la sociedad si se divorciaba, pero lo cierto era que ahora, se había dado cuenta que estar casado con Choi no era tan malo, excepto de cuando le exigía cosas que no podía o no quería hacer, como era con el hecho de tener un bebé, que parecía ser la obsesión de su esposo en el último año.

—¿Crees que a tu madre le moleste que robe a uno de sus guardias para que baile conmigo?

Sintió la mano de Min Ho apretarse alrededor de su cintura que casi fue doloroso y de repente pareció estar más cerca de su esposo, que a pesar de que intentó ocultarlo, se veía furioso, como si un momento antes no se hubiera comportado amable frente a las cámaras.

SistemaWhere stories live. Discover now