Capítulo 27

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Min Ho aparcó frente a su casa y esperó que de inmediato Taemin bajara como siempre había sido, sin embargo, cuando el omega no se movió, tuvo que recordarse que por ahora parecía que a su esposo le gustaba estar cerca de él, o al menos lo necesitaba cerca, por lo que no le recordó que él tenía que irse cuanto antes, pero creía que un par de minutos no iba a hacer la diferencia, después de todo, sus superiores ya estarían enojados porque no regresó cuando debía.

Fueron varios minutos en los que Taemin jugó con las fotografías en sus manos pero no dijo nada al respecto, de hecho, había estado bastante callado luego de que lo acusó de que estaba mirando feo a su hijo, incluso solo había asentido lentamente cuando él le ofreció comprar una rebanada de su pastel favorito, pero no podía decir lo que estaba pasando por la cabeza del omega y tampoco estaba seguro de querer hacerlo.

—Ta...

—Adiós.

Min Ho vio como Taemin tomaba la rebanada de pastel que le compró en su cafetería favorita y luego se bajó apresuradamente del auto. El omega se dirigió a la puerta de la casa y no miró atrás incluso cuando quiso hacerlo, porque había una gran probabilidad de que le pidiera al alfa que se quedara otro día, aunque sabía que eso no iba a pasar porque ya se quedó más tiempo del que debió, además de que no estaba bien que fuera dependiente de tenerlo a su lado, no le gustaba quererlo en casa todo el tiempo, inundando con su aroma cada rincón de esta, sosteniéndolo entres sus brazos, además de que el alfa no hizo mención de querer quedarse.

No le dedicó una última mirada a su esposo antes de entrar en la casa, pero en cuanto cerró la puerta, escuchó al auto irse. El omega se apoyó en la puerta y sus ojos miraron a su alrededor. Por lo general nunca tuvo problema con estar solo ahí, pero quizás desde que se casó con Min Ho y tuvieron una casa en lugar de un apartamento como las parejas recién casadas, fue la primera vez que esta le pareció demasiado grande y solitaria.

Taemin bajó la mirada a la pequeña fotografía de la ecografía en su mano y mordió su labio con fuerza cuando recordó que había dejado una idéntica en el asiento del copiloto en el auto de su esposo, incluso si este no expresó que quería tener una de las dos que el médico les dio, pero creía que estaba bien que el alfa se quedara con una si era el otro papá del bebé.

Estaba por dirigirse a la cocina para dejar en esta la rebanada de pastel que Min Ho le compró, cuando la puerta sonó detrás de él, casi haciendo que estuviera de mal humor de inmediato, porque podía imaginar que ahora que su esposo no estaba, había vuelto a enviar a Min Seok o a Jong In para que lo cuidaran, pero él no los quería ahí apestando su casa con su aroma.

Se giró y abrió la puerta de inmediato, mostrando un ceño fruncido que le dejaría claro a quien quiera que estuviera frente a su puerta, que su presencia no era bien recibida, no obstante, no encontró a las personas que esperó, en su lugar, había dos hombres betas uniformados con enterizos que llevaban el logo del gobierno.

—¿Es la casa de la familia Choi? —preguntaron.

—¿Sí? —respondió con inseguridad el omega.

Su mano se apretó en la puerta y la haló más hacia su cuerpo, sintiendo la necesidad de llamar a Min Ho para que regresara, ya que no debería de estar lejos si acababa de irse. No había hecho nada malo esta vez para tener a la gente del gobierno frente a su puerta.

—Venimos a retirar las cámaras de su casa.

El ceño de Taemin se frunció porque no sabía cuál era el proceso para eso, ¿en verdad las personas del gobierno se presentaban y decían: venimos a instalar cámaras o venimos a retirar las cámaras en su casa? No pudo evitar desconfiar de ellos, sin querer dejar que ingresaran, y no porque no quisiera que quitaran las cámaras, a pesar de que había aprendido a ignorarlas, sino porque todo le parecía demasiado extraño.

—¿Tiene alguna orden escrita para quitar las cámaras?

El hombre lo miró como si no pudiera entenderlo, después de todo, cada vez que había ido a retirar cámaras de la casa de familias que parecían estar desobedeciendo la ley, estas se veían ansiosas porque hicieran su trabajo, no preguntaban por órdenes legales, ni nada por el estilo, pero ese pequeño omega lo estaba haciendo y los miraba como si desconfiara de ellos.

—La tenemos —habló el otro beta.

Taemin no se movió ni un centímetro antes de tener la orden en su mano y cuando lo hizo, casi gruñó antes de apartarse para dejar que los hombres entraran a la casa para hacer su trabajo, porque iban a apestar su casa con su olor, porque parecía que el embarazo había agudizado su olfato que podía oler a los betas, o quizás eso solo era una manera de tortura por haberse opuesto tanto a tener un hijo.

Min Ho le había hablado de las cámaras, pero nunca pensó que hubieran tantas, que a los betas les tomó más de una hora quitarlas, pero el momento que más odió Taemin, fue cuando estos ingresaron a su habitación, en donde se podría decir que hicieron las cosas rápido ya que solo había una cámara y ni siquiera les dejó entrar al armario de Min Ho, ya que ese era el único lugar que solo olía a su alfa y no quería que lo arruinaran como lo hicieron con el resto de la casa.

—Los armarios no tienen cámaras —dijo cruzándose de brazos en mitad de la puerta del armario.

Recordaba perfectamente que Min Ho se lo había dicho y en ese momento no le prestó mucha atención, no obstante, ahora agradecía no solo por ese espacio de privacidad, sino por no tener que dejar pasar a los armarios a esos betas, que no parecían muy felices con él bloqueando la puerta.

—Parece que tiene razón, no se han colocado cámaras en estos armarios.

Taemin frunció el ceño, mirando con desconfianza a los betas, porque ellos tenían los planos de la casa y el registro de cuantas cámaras fueron instaladas y en qué lugar, por lo que ni siquiera debieron de intentar entrar al armario, pero tampoco debía de significar algo malo, quizás solo habían sido descuidados por intentar acabar pronto.

—¿Entonces ya acabaron?

El omega no se molestó en ocultar su deseo de que se fueran y los betas pudieron notarlo con facilidad, pareciendo algo incómodos, como si creyeran que Taemin iba a echarlos a empujones en cualquier momento.

—Sí, déjeme escanear su brazalete.

Taemin mostró su brazalete para que fuera escaneado y se pudiera registrar el trabajo que se hizo en su casa. Si no fuera algo grosero, el omega les hubiera vuelto a preguntar si ya se iban, pero los betas parecieron entenderlo, ya que luego de las formalidades de dejarle una copia física de la orden de quitar las cámaras, se retiraron.

A diferencia de las personas que trabajaban para el gobierno, Taemin como un simple ciudadano, no podía acceder a la base de datos del sistema para obtener esos documentos en caso de requerirlos, por lo que era necesaria una copia física, sin embargo, como registro del cumplimiento de esa orden, solo necesitaba que su brazalete fuera escaneado.

Luego de que los betas se fueron, Taemin se dedicó a abrir cada ventana de la casa para que el aroma de esos betas desapareciera, luego se encerró con un libro en el armario de Min Ho. Hubiera querido que el alfa estuviera ahí, de esa manera el aroma de los betas habría desaparecido más rápido, fue algo que sucedió con olor de Min Seok y Jong In, también debería de funcionar ahora que solo eran unos betas, pero su esposo se había ido, lo había abandonado solo en casa una vez más.

Taemin se quiso consolar a sí mismo diciendo que eso solo se trataba de él necesitando de las feromonas del alfa, que cuando esparciera el perfume que este le dio días atrás, iba a sentirse bien, no obstante, cuando lo hizo, no se sintió bien, ni reconfortado, ni en casa, sino que todo se sentía tan artificial, porque la casa olía a Min Ho, pero Min Ho no estaba ahí.

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