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CAPÍTULO 21
20 de Febrero, 1638
Finalmente, después de años, un Sultan volvía a salir a la guerra. Dirigiría un ejército hacia la victoria.
─Allah lo acompañe.─deseo Mihrişah mientras besaba la mano del Sultan
Murad beso su frente con cariño y luego siguió con su hermano y hermanas. Por último, estaba la Sultana Kösem, quién solo recibió unas palabras de aliento.
─Decidí que, la Sultana Mihrişah, se encargará de todo en mi ausencia.─dijo antes de darse la vuelta e irse
Una discreta sonrisa apareció en el rostro de la Sultana Mihrişah, quién miro a la Sultana Ayşe y está se acercó.
─Yo te acompañaré.─se puso a su lado
Ayşe Sultan cargó entre sus brazos al Şehzade Selim y Fátma Sultan sostenía al Şehzade Ekrem.
14 de Junio, 1638
Los meses pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Mihrişah paseaba por los pasillos con su gran vientre de siete meses.
─Allah bendiga tu embarazo.─dijo Ayşe Sultan.─Parece como si fueras a dar a luz en cualquier momento.
─Es verdad, sería muy impresionante que en vez de que nazca uno, nazcan dos, o incluso más.
─Como el embarazo de Selim y Ekrem.─le dijo.─Mihrişah, volveré a mis aposentos, ya es muy tarde.
Mihrişah asintio, momentos después, un Agha entro y le entrego una carta.
─¿De quién será? ─se pregunto mientras abría la carta y empezaba a leer su contenido
Mi amado sol.
Extraño tu compañía, los extraño a ti y a nuestros príncipes.
Si Allah lo permite, volveré victorioso, con el Imperio más grande que nunca. Te escribo esta carta en medio de una incesante guerra por una tierra que nos pertenece.
Es una batalla ganada. Han pasado meses, meses que valieron la pena. Si Allah lo permite, volveré en poco más de un mes en regresar a nuestro palacio.
-Sultan Murad.
Mihrişah abrazo la carta contra su pecho, sintiéndose feliz por la encantadora noticia. Miro a sus príncipes, quienes estaban durmiendo.
─Tu padre volverá pronto, y podrá nombrarte el mismo.─le dijo a su gran vientre
Era sabido que Mihrişah Sultan era bastante sociable, por eso tenía muchos aliados, Sultanas, Paşas, incluso ciudadanos y niños.
Fátma Sultan y su hermana Ayşe Sultan, eran sus aliadas más poderosas por su influencia e riqueza.
Decían que el color favorito de la Sultana Mihrişah, era el azul, que le gustaba acompañarlo con el color blanco.
El color azul significa: Inteligencia, confianza, seguridad, serenidad, comunicación, eficiencia, lógica, reflexión y calma. Pero también significa frialdad, distanciamiento y falta emocional.
Sus emociones se expresaban mucho en sus vestidos, usaba el morado cada vez que había grandes celebraciones.
En sus principios, usaba sobre todo el blanco, que reflejaba su inocencia y pureza aún después de todo por lo que había pasado.
Después de dar a luz, maduro aún teniendo 14 años. Comenzaba a usar el color que ahora es su favorito, el azul. Y el verde de vez en cuando.
Con su inmenso salario de 3.000 aspers diarios, nadie era más rico que ella, casi sobrepasando a Fátma y Ayşe. Quienes eran sus criadas, alardeaban sobre sus caros vestidos, gracias a su sueldo.
Sus criadas más leales, Meryem, y sus otras criadas, Lale y Nur. Ostentaban un sueldo de 650 aspers diarios.
Traían siempre las mejores telas, y las distinguían porque solían usar el color verde con detalles dorados.
