Capitulo 31

291 39 6
                                    

CAPITULO 31

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPITULO 31

Luego de la fiesta en honor al onomástico de los mellizos Serhan y Özlem. Murad y Mihrişah cenaron junto a sus cinco hijos.

─Mamá, mamá...─Serhan caminó hacia su madre, mientras que Özlem fue directamente hacia su padre

─Mi amado hijo.─beso sus regordetas mejillas.─Selim, Ekrem, vengan.

Los niños rápidamente la obedecieron, caminando con lentitud hacia su progenitora.

─Mamá, ¿podemos comer dulces? ─el pequeño Selim pregunto

─Es muy tarde para comer dulces, después no podrán dormir.─dijo. Miró a sus cuatro criadas y con la mirada ordeno que se acercaran.─Lleven a los príncipes y a la Sultana a mis aposentos, que duerman. Y que Ibrahim sea alimentado.

Cuando estuvieron finalmente solos, el joven Padişah soltó un respiro, tomando la mano de su esposa y apretándolo un poco.

─Ha sido un día largo.─se puso de pie y la Italiana repitió su acción

Murad se acercó y beso suavemente a su amada, y la acercó a el, sus manos fueron hasta el cierre de su vestido, y lo abrió poco a poco.

─Pensé que estaba cansado ─dijo, apunto de seguir hablando, Murad la guío a la cama, siguió besándola sin parar

La luna fue testigo de la lujuria creciente en Murad, quién después de unas cuantas horas, por fin había saciado su sed de placer.

Ahora el dormía plácidamente sobre la almohada, con un brazo sobre la cintura de su consorte, había sido un largo día, y necesitaba desestresarse con algo que enserio le encanta hacer.

Cuando Mihrişah despertó aún de madrugada, observó al Sultan tomando vino de una copa dorada.

─Murad...─murmuró.─Pensé que estaba dormido.

─Tenía sed ─se excusó.─Deberías volver a dormir.

Mihrişah suspiro y luego se volvió a acomodar para dormir.
Al día siguiente, Murad acostado al lado de Mihrişah, aferrado a ella, con la copa de vino vacía.

Se levantó y se puso su vestido de nuevo, con su corona en la mano, pero no pensaba en ponérsela, estaba algo adormilada. Las puertas se abrieron y Süleyman Agha al lado de Hacı Agha se adentraron.

─Mi Sultana.─ambos realizaron una reverencia

─¿Que pasa? ─pregunto entrelazando sus manos

─Es que... Rabia Hatun, está embarazada.─informaron

─¿Embarazada? ─apretó sus manos. Soltó un suspiro y sonrió de manera forzada.─Informen esto a su majestad después, está descansando.

Mantuvo su sonrisa, hasta que salió de los aposentos, dónde apretó sus puños furiosa.

─Sultana.─Meryem se acercó.─Nesrin, la criada de la Sultana Fátma desea verla, la está esperando en sus aposentos.

─Bien, arregla mi vestido negro con dorado, ese que hicieron nuevo, deseo ponermelo el día de hoy.─apresuró su velocidad




La belleza era reflejada en el rostro de Mihrişah Sultan, quién luego de que le pusieran su corona, se sentó en su diván y entrelazó sus manos sobre su regazo.

─¿Que tienes para decir? ─inquirió

Nesrin tenía el rostro cubierto, sus ojos eran lo único que podían observar.

─Por favor, pido misericordia por mi.─su mano fue lentamente hacia su rostro y quitó la tela que la cubría.─Mi rostro fue quemado, fui golpeada y no recibí atención médica.

─¿Quien fue? ¿La Sultana Fátma acaso?

─Sí...─finalmente se derrumbó y cayó enfrente de la Sultana.─Por favor, déjeme servirle, le seré leal, siempre estaré de su lado.

─¿No le dijiste lo mismo a la Sultana Fátma?

─No, mi Sultana. Por favor, tenga piedad.─sollozó

─De acuerdo, Meryem te llevará a qué te den atención médica, no tendré a... sirvientas que estén lastimadas.









10 de Agosto, 1639

Mihrişah despertó luego de haberse desmayado en medio de los pasillos y ser encontrada por Hacı Agha.

─¿Que le paso a la Sultana? ─Murad irrumpió en la habitación

─Su majestad, felicidades, la Sultana Mihrişah está embarazada. Tiene poco más de un mes.

SOLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora