1 de Marzo, 1642
─¡Atención! Valide Kösem Sultan.─Hacı Agha anuncio la presencia de la mujer más poderosa del Imperio
─Sultana Kösem.─la Haseki del Imperio realizó una leve reverencia.─La Sultana Atike espero por usted.
─Ha pasado tiempo desde que puse un pie en este Palacio.
Antes de que pudiera decir algo más, Atike se acercó a su madre con su hija Turhan en brazos.
─Madre, mira, su nombre es Turhan. El mismo Sultan la nombró.─dijo orgullosa de su descendencia
─Es una hermosa niña.─Kösem agarró a su nieta entre sus brazos
El punto de encuentro, fueron los aposentos de Mihrişah. El Sultan estaba presente allí, pero estaba en un rincón, mientras veía a los gemelos jugar.
─Mihrişah, el embarazo te hace ver radiante.─dijo Kösem, luego de que notara su vientre abultado
─Gracias, me gustaría que también fueran un par de mellizos.─dijo, y le dió una mirada a Mehmed y Melek
─Murad...─se escuchó un susurro, proveniente de Kösem
La mirada de aquel hombre estaba fija en su madre, se veía algo intimidante.
─Con sus permisos.─Mihrişah sonrió levemente, luego fue hacia el Sultan
Murad se puso de pie y tomó la mano de su esposa, y la apretó un poco, como si quisiera desestresarse.
─Mi señor, por favor, calmese.─le dijo con una suave voz
─No puedo hacerlo, Mihrişah. No puedo soportarlo.
─No estás obligado a estar presente, Murad. Podemos irnos.
─¿No te quedarías?
─Nos llevaríamos a nuestros hijos.─Mihrişah sonrió.─Siempre estaré a su lado, puedo entender su rencor, y no lo juzgare.
─Mi amado Sol ─se acercó y beso su frente
La tarde de ese día...
Era la última oportunidad para Kösem, de recuperar su poder en el Harem.
─Mihrişah es muy joven para gobernar el Harem.─empezó
─Ha mostrado mejores habilidades de administración que usted, Sultana.─dijo Murad, luego se sentó en su trono.─La Sultana Mihrişah es la madre de mis ocho hijos, y lleva al noveno hijo en su vientre.
─Bayaceto no es su hijo.
─Ella lo trata como si fuera suyo.
─Déjame regresar a dónde pertenezco.─se acercó a su hijo.─Soy tu madre, ten piedad de la mujer que te otorgó la vida.
─Tuve piedad al no matarte.─habló con una calmada voz.─Fui piadoso con usted al no matarla y enviarla lejos, una de las mejores decisiones que tomé, fue hacer que la Sultana Mihrişah se hiciera cargo del Harem.
─Tiene dieciocho años, Murad. No cumple siquiera los veinte años, ¿cómo va a saber dirigir un Harem con cientos de mujeres?
─No soportaré escuchar más mentiras, Sultana Kösem.─apretó sus puños, molesto.─Permití que viniera a Palacio por el nacimiento de mi sobrina Turhan, solo porque la Sultana Mihrişah me lo pidió, porque Atike deseaba verla.
─¡Soy tu madre! Soy la madre Sultana por derecho, por las leyes de los siglos.
─Yo escribo las leyes, puedo hacer un cambio cuando se me plazca, porque soy el Sultan de este Imperio.─se puso de pie y fue hasta la Valide.─Y usted, ya no es nada mío. Usted no tiene hijos, excepto a la Sultana Atike.
─¿Cómo puedes decir eso? ─los ojos de Kösem se llenaron de lágrimas
─Hace años dejo de ser mi madre, Sultana Kösem.─se dió la vuelta y regresó a su trono.─Retirese. Mañana irá a de regreso a Bursa.
─Bien, Sultan Murad.─dijo Kösem, algo había cambiado en ella.─¿Que diría tu padre?
─Mi padre, el difunto Sultan Ahmed, estaría muy decepcionado de usted.─le dijo.─El observa desde el reino de Allah como cometias los peores pecados.
Kösem frunció el ceño, estando muy indignada, se retiró de los aposentos más grandes del Palacio Topkapi.
─Mihrişah.─la miró
─La Sultana Fátma debe descansar en paz, igual que la Sultana Ayşe, la Sultana Gevherhan y la Sultana Hanzade.─recordó las muertes de las Sultanas.─La Sultana Atike fue la única valiente para jurar lealtad.
─Mi hija Atike es joven aún, entenderá que tú y el Sultan Murad están llenos de maldad.
─Crea lo que quiera, Sultana.