Sorpresa, confusión... y ¿era eso decepción?

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-Tienes buena cara, hermanita - comentó Bellamy, en un intento forzado de normalidad.

-Gracias, Bell, solo estoy cansada - respondió Octavia, sonriendo ligeramente.

Ambos hermanos se fundieron en un abrazo, Clarke observaba desde un lado, y una vez que se separó de su hermano se sentó en la silla frente a ellos, dándose un momento para organizar sus pensamientos antes de empezar a hablar.

-Todo empezó esta mañana cuando Echo encontró unas incoherencias en unos documentos relacionados con el caso de divorcio de Alice, tu primer caso en San Francisco, Clarke. Por lo visto, Lexa le había dejado un dossier en el correo electrónico para que revisara ciertos números que no le cuadraban. Echo ha descubierto transferencias de dinero, contratos y otro tipo de cosas que, para ser sinceros, no tienen sentido. Había incluso nombres de empresas que nunca había escuchado y que no figuraban en la lista de bienes y, lo peor de todo, nombres de personas influyentes - Octavia lanzó una mirada significativa a Bellamy, quien asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.

Continuó relatando los detalles, hablando de cómo Echo había logrado rastrear las transacciones, de como las tres habían pasado el día en su despacho intentando conectar los puntos. Clarke escuchaba atentamente mientras su mente trabajaba a toda velocidad para entender las implicaciones de lo que estaba oyendo.

-Esto se alinea con lo que he estado investigando. No estaba seguro de cómo compartirlo con vosotras, no quería preocuparos más de lo necesario... pero por eso estoy aquí en San Francisco -señaló la carpeta de documentos en la mesa - Estoy trabajando en esto desde dentro del FBI. Hay una trama de corrupción en marcha y llega a niveles altísimos.

Clarke tragó saliva, sus ojos encontraron a los de Bellamy y se quedaron allí por un momento. Bellamy continuó.

-Tengo que averiguar hasta dónde llega esto, pero necesito pruebas. Es muy peligroso, no os voy a mentir. Cuando descubrimos hace poco que San Francisco era el centro de toda la red me preocupé y me alegré a partes iguales tras la reciente mudanza de Clarke. Os voy a proteger a vosotras y a todos los demás. No dejaré que nadie se salga con la suya en esto.

Clarke puso los ojos en blanco, si hay algo que odiaba de su ex pareja era el afán de sobreprotección, como si ella y Octavia fueran dos doncellas desvalidas y él el caballero andante que corría en su rescate. El aire en la habitación se había vuelto denso, lleno de palabras no dichas. Clarke y Octavia intercambiaron una mirada, ambas sabiendo que estaban entrando en territorio desconocido. Bellamy suspiró, pasándose una mano por el pelo desordenado. Parecía más cansado que antes, sus hombros cargados con el peso de su responsabilidad.

-Tenemos que tener cuidado, cada paso que damos debe ser calculado, no podemos dar ninguna pista de que estamos sobre esto. No podréis siquiera informar a la jueza del caso hasta que tengamos algo contundente - dijo, mirando a Octavia y Clarke con rostro duro, pero sus ojos llenos de preocupación.

-Necesito que me pases todo lo que Echo haya encontrado - dijo Clarke, también con tono firme. Octavia asintió, levantándose para ir a buscar su portátil. Mientras estaba fuera de la habitación, Bellamy se giró hacia Clarke con ojos preocupados.

-Clarke, esto es peligroso, no quiero que te veas envuelta en algo así - dijo con voz temblorosa.

-Lo sé, Bell, pero no puedo quedarme de brazos cruzados - respondió Clarke firme a pesar de la inquietud que sentía.

Octavia volvió con su portátil, la pantalla iluminando su rostro en la oscuridad del apartamento. Se sentó, abrió el correo electrónico y comenzó a enviar la información que habían recopilado hasta ahora.

-Esto es solo el principio, no sabemos hasta dónde puede llegar – murmuró Bellamy. Clarke y Octavia intercambiaron una mirada, sabiendo que a partir de ahora, nada sería igual.

Quid pro quo.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang