Capitulo 10: El misterio de los avioncitos

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Heather.

Estoy sentada en unas de las primeras gradas del campo del instituto, he decidido venir a pasar el rato que hay libre entre las clases, aquí.

No hay sol, el cielo está lleno de nubes grises que anuncia que muy pronto, posiblemente llueva.

Tengo el cuaderno de filosofía de Ian en las piernas, es viernes y no se lo he devuelto aún, y planeo devolverlo hoy a la hora de la salida, creo que ya he pasado mucho tiempo con el, y estoy abusando un poco.

Apunto por un rato en mi cuaderno, y cuando casi termino, me dentengo a conservar un poco más la letra de Ian, es cursiva y bonita, elegante si se puede decir así y se me hace muy familiar, frunzo el ceño y paso mi dedo índice por las palabras y...

Los aviones.

Es la letra de los escritos en los aviones de papel.

Por supuesto que sí, es inconfundible, me grave la forma de la letra de los avioncitos, pero tal vez me esté equivocado, tal vez solo sea muy parecida. Sí, por supuesto que me estoy equivocado, Ian no puede ser el chico detras de los avioncitos.

Por otro lado, ahora necesito descartar esa posibilidad, me dije que no ententaría averigüar quien es, porque supondría un problema, pero ahora, ahora no me puedo quedar con esa duda, porque después me comeré la cabeza pensando en eso.

—Boo —doy un pequeño respingón en mi lugar cuando unas manos me toman de los hombros.

Volteo un poco el rostro, y veo el rostro sonriente de mi amiga rubia, que está acompañada de Jana. Ambas de sienta a cada lado mío.

—¿Te asustaste? —me pregunta la segunda.

—Me tomaron desprevenida.

—Sí, nos fijamos ¿Que andas haciendo?

Me pregunta Elisa y hago una seña hacia los cuadernos.

—Tomando apuntes —les digo.

—¿Ese es el cuaderno de Ian? —pregunta Jana.

—Eh, sí, ¿Que hacen aquí? Creí que estarían en la cafetería.

—En realidad, te estábamos esperando a ti en la cafetería.

—¿A mí?

—Obvio, querida y como no llegaste pues decidimos buscarte —me dice Elisa pasándome un brazo por los hombros.

Después de la pijamada y que ella me contará que le gusta Jana tan emocionada y de que hace conversación se cortase al ver las dos marcas de mis brazos, ella y yo hemos pasando más tiempo juntas y otra que se nos ha unido es la misma Jana y de vez en cuando también Ian y Mick.

Ella no ha hablado el tema de las marca y supongo que es para no ponerme incómoda cosa que agradezco muchísimo, porque no me gusta hablar de eso, mucho menos que la gente las vea, por lo que siempre trato de usar camisetas o suéter que las oculte, porque no es que me sienta precisamente orgullosa de ellas.

—A parte de eso, también venimos a ver a los chicos practicar.

—¿Los del quipo de fútbol? —inquiero y ambas asienten.

Y en ese momento se escucha el silvato del entrenador del equipo y seguido de las risas de los chicos del equipo —entre esos Ian y Mick—, que entran ocupando gran parte del campo.

—Por lo que se, tienen partido la próxima semana contra otro de los institutos de la zona —comenta Jana.

—Seguro volvemos a perder como la última vez —dice Elisa recostando la espalda de la grada de arriba.

Aviones de papel Where stories live. Discover now