Capitulo 22: Unas flores de papel amarillo

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Ian.

Me siento en las nubes, me siento como un completo estúpido. Me beso, ella me había besado, fue un corto momento, pero lo sentí tan infinito.

No puedo dejar de pensar en el roce de sus labios con los míos, siempre que lo recuerdo se me dibuja una tonta sonrisa en mi cara. Ese beso lo sentí tan electrificante, tan bien, tan perfecto... Me preguntó si ella también habrá sentido lo mismo.

Niego con la cabeza y termino de arreglar bien el ramo en mi mochila para que no se dañe...

—¿Hoy es alguna fecha especial? —casi salto del susto al escuchar la voz de mi mamá detras de mí.

—Eh, no lo es.

—Oh, ¿entonces para que son las flores amarillas? —curiosea, parándose esta vez delante de mí.

—Para regalarselas a una chica —le soy sincero y me rasco la nuca.

—Una chica —mi mamá sonríe—, y las flores son de papel para que no se marchiten, ¿eh?

—Sí, ese es el punto.

—Conozco esa mirada —me mira con los ojos entrecerrados—. Mi hijo está enamorado.

—Pueder ser... Un poco —lo abmito.

—¿Solo un poco?

—Mucho...

Mi madre me mira una gran sonrisa y yo también sonrió un poco. No debería de ser ningún misterio ¿cierto? Creo que yo ya he estado enamorado desde hace mucho tiempo y ese sentimiento se estaba cociendo poco a poco hasta llegar aquí. He pensado en decirle a Heather la verdad, que soy yo el chico de los aviones, pero a la vez me da un poco de miedo, no se cómo reaccionara, como se lo tomara al decirle que siempre he sido yo.

—Guao, mi hijo enamorado, que bonito ¿Cómo se llama la chica?

—Heather —le digo si nombre, soltando un suspiro— , ¿tú que opinas? ¿Crees que le gusten? —le muestro el ramo de flores que he hecho con papel.

—Que lindo ver esos brillitos en tus ojos y con respecto al ramo, yo opino que le encantará.

—Gracias mamá —me acerco a ella después de guardar el ramo y depósito un beso en su mejilla—. Ahora me tengo que ir, se me hace tarde.

—Oye, espero conocer a esa chica muy pronto —me mira divertida con una ceja enarcada.

—Tal vez.

Le digo y salgo de casa, en la calle me pongo a andar en mi patineta hasta el instituto.

Ya había desayunado antes y también hice mi rutina de ejercicio y todo eso, la verdad tengo un poco de sueño. Miro mi brazo por instinto y  suelto un suspiro de alivio cuando veo que los moretones ya casi desaparecen.

Me los hizo mi padre hace unos días, al agarrarme muy fuerte del brazo ¿y todo por qué? porque descubrió una mala nota en una evaluación que fue hace semanas y que no le mostre, una tonteria, para mí una B no es una mala nota, pero para él sí; yo tengo que siempre tener todo perfecto, porque sino mi futuro se arruina. Es una completa tontería. Tengo que admitir que esto de los moretones suele pasar muy pocas veces, solo cuando se enoja conmigo, me agarra muy fuerte del hombro o de los brazo y eso ciertamente me deja moretones que he llegado a ocultar llevando sudaderas.

Nunca a llegado a golpearme, pero supongo que lo estoy justificando todo, para no aceptar que en realidad, en el fondo solo me hace daño.

Cuando llego al instituto dejo mi patineta a un lado de la bicicleta que Mick ha traído hoy y me encamino a la entrada donde veo que se encuentras mis amigos, pero no veo a Haether por ningún lado, tal vez aun no ha llegado.

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