Cúrame ▪︎ MISHO AMOLI

Capítulo 5

...It's cuffing season and now we've got a reason to get a big boy. I need a big boy, give me a big boy...

🪐

Las gotas comenzaron a repiquetear contra el cristal mientras Gala miraba pensativa escuchando como su móvil vibraba. Leyó en la pantalla el nombre de su madre, negó con la cabeza abatida. No había sábado en el que no fallase, allí estaba la llamada semanal que tanto la desestabilizaba. Barajó dos opciones, cogerlo y que se diera cuenta de que no estaba en Barcelona o olvidarse del móvil e intentar disfrutar de lo que le depararía la noche. Cogió aire y respiró profundo mientras sintió que aquel tiempo lluvioso acompañaba a su estado de ánimo.

Agarró el teléfono móvil en cuanto vio a Misho asomarse por la puerta, descolgó con angustia, sintiendo qué no estaba preparada para enfrentarse a su madre. Se puso los auriculares y se apoyó en el cristal.

- Hola mamá -musitó en un pequeño hilo de voz.

- ¿Qué estabas haciendo? ¡Te he tenido que llamar cuatro veces! -cerró los ojos y apretó los labios al sentir lo tensa que estaba su madre.

- Lo siento -resopló -. Estaba ocupada...

- ¿Pasa algo? -se interesó.

- No pasa nada mamá -intentó darle largas, pero sabía que no iba a surtir efecto, su madre la conocía demasiado bien y tarde o temprano acabaría confesando.

- ¿Estás así por Eric?

- Hoy hace dos años que lo encontré en la cama con otra, está superado, pero aun así... -recorrió con la mirada el salón, esperando no ver a Misho, pero sus deseos acabaron siendo su peor pesadilla.

Misho, apoyado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados escuchaba atentamente la conversación.

- ¿Dónde estás? -preguntó su madre alterada.

- Estoy en Madrid -acabó confesando Gala.

- ¿Has conocido a alguien? -la frialdad con la que habló su madre la abrumó.

- No -mintió -. Necesitaba tiempo para mí.

- Marga ya me ha contado lo del vecino-Gala negó con la cabeza mientras se removía incómoda.

- No ha pasado nada...es...es solo un amigo...-dejó caer esperando a que su madre se creyera lo que le estaba contando.

- ¿Estás con él ahora mismo?

- Sí -suspiró -. Y antes de que digas nada, soy muy consciente de lo que estoy haciendo. Ya tengo una edad y sé diferenciar lo que me conviene y lo que no.

- Estás bien, tú sabrás lo que haces. Pásalo bien. Te quiero.

Gala colgó el teléfono y suspiró. Se tapó el rostro con las manos y caminó hasta el sofá, se dejó caer sintiendo que su mundo se estaba desmoronando. Sus padres no dejaban de estar encima de ella, los recuerdos traumáticos con su ex volvieron a relucir sobre su mente como si de un mal augurio se tratase. Se chupó los labios para hidratárselos y giró la cabeza para enfrentar a Misho, el cual seguía parado en la puerta.