capitulo 1

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No logré dormir nada luego de ese sueño o pesadilla lo que sea, por más que lo intente cerrar mis ojos e intentar dormir no fue posible.

Tal vez sea una exageración pero si no duermo bien todo a mi alrededor se siente desagradable, para un estudiante universitario las vacaciones son los máximo y cada descanso es la gloria.

Roshan suspiró profundamente antes de quitarse la bata y entrar a la regadera, esperado que el agua le quite el mal humor que se cargar.

Grandes gotas de agua se delizan por la piel desnuda y hermosa de inigualable porcelana. Ese maravilloso escultural cuerpo posé un atractivo y musculatura lo que vendría siendo perfecta, no tenía demás. Las proporciones a la hora de ejercitar y hasta dónde parar, había sido perfecto.

Derrama un poco de jabón aromatizado en líquido para frotar con suavidad sus sorprendentes brazos al igual que su fuerte y sobresaliente pecho fornido. Luego paso a sus anchos hombros y por último su formidable abdomen firme marcado.

Su fina y respingada naríz se frunce al oler la fragancia del shampoo que cayó sobre su sedoso cabello rojizo, no le agradaba mucho el olor a jazmín. "Agradar" es una forma muy suave de decirlo, él odiaba el olor a jazmín.

¿Quién demonios fue la persona que trajo esta porquería a mi baño?-Sus ojos muestran un profundo disgusto-Saben bien que las fragancias de este tipo no me agrandan para nada.

Si esto hubiese ocurrido otro día, no se sentiría tan molesto, es más, ni siquiera le hubiese tomado la importancia que le está dado en este instante y solo lo terminaría tirando a la basura. Pero esté día se había levantado con el pie izquierdo y al parecer todo estaba en su contra.

"Tendre que decirle a Gaspar que tiré o regale todo lo que hayan puesto y contenga olores fragantes como este" Comento al mismo tiempo que se quita la espuma y termina de ducharse.

Cubre su sensual cuerpo con una bata la cual no logra cubrir ese pecho tonificado, agarra una pequeña toalla para secar con suavidad su cincelado rostro ovalado y ese pálido cuello el cual se encuentra adornado con ese collar azul violeta con un auto pequeño de carreras rojo personificado.

Atesora demasiado ese collar, es un regalo de su papá, cuando el cumplió 15 años y obtuvo su primer auto. Justamente uno igual al que cuelga de su cuello.

Al salir de la ducha se encuentra con el desesperante sonido de su celular, no contestó y solo se fue directamente al walking-closet. Sabía a quién pertenecía esa llamada por eso dejó que siga llamado hasta que se canse.

Camina a los alrededores en busca de que ponerse, algo adecuado para el clima de allá afuera, se encuentran a pocos días de despedirse de la primavera. Escogió un conjunto casual elegante dándole un aura de todo un rompecorazones.

Volvió a salir del armario y ese celular de carcasa azul no había parado de sonar, no tiene pensado rendirse hasta que él, se digne a contestar.

Esa habitación se ve muy vintage moderno, pintada de un color entre blanco y verde marrón. Son sus colores favoritos. Tiene unos cuantos premios en una estantería de vidrio.

Lo que más resalta en esa espaciosa habitación es la foto de un metro colgada en su pared. Una donde está él y las dos personas más importantes de su vida. Ahí parecía tener unos seis años, sus dientes de leche delantero de habían caído.

-¿Que quieres?-Se abrocha una pulsera negra de cuero en cada mano.

-¡Hasta que te dignas a contestar, imbécil!-La molestia en su voz es más que evidente.

-Sigue insultando y voy a colgar-Advierte.

-¿Por qué no respondías?-Suspira frustrada-Es más, ni respondas. Estoy segura que vas a mentirme sin remordimiento.

Un futuro incierto Where stories live. Discover now