capitulo 27

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En los pasillos del tercer piso de la universidad, un elegante y muy sofisticado hombre camina a grandes zancadas. No podía mantener su expresión sería o amistosa para no ahuyentar o alarmar a sus estudiantes, no. En su rotro se puede solo preocupación, desesperado por querer encontrar lo que buscaba.

Ya se había paseado por toda la universidad, solo le faltaba el segundo y primer piso. Si en esos pisos no encontraba lo que estaba buscando, algo en el se terminaría por despertar.

—¿Disculpe?—Toco la puerta que ya estaba abierta.

—¿Sí?—Levanta su mirada, pero eso no era un impedimento para seguir revisando los exámenes recién entregados de los alumnos.—¿En que le puedo ayudar, profesor Meyer?—Preguntó toda amable, con esa sonrisa en su muy bien parecido rostro.

—¿Asistió la señorita Asha Simmons?

Ella debería de saber porque Roshan y su fiel guardaespaldas no han asistido a clases, tampoco se encuentran en sus dormitorios. Pese a lo que sucedió ese día, Roshan sigue siendo mi alumno. Mi deber como su profesor es saber el motivo de su ausencia y cuánto tiempo se tomará en regresar.

Solo espero que eso no haya perjudicado sus estudios, le llame a Zuzen para preguntar como se encontraba pero él no respondió mis llamadas. Algo lógico que no le contesté al hombre que le rompió las ilusiones a su mejor amigo.

—No, ella no asistió.—Regresa su mirada a las papeletas.—Ella y Lana me entregaron sus exámenes de manera verbal, no hace mucho termine de hablar con ellas.—Informó.

Eso no alivio la curiosidad o preocupación de Gerald, quería saber el porque no había asistido. Sabia que no tiene tal derecho pero no podía deshacerse de su inquietud.

—¿No comentó del por qué su ausencia?

—¿Roshan y Zuzen tampoco asistieron?—Preguntó con otra pregunta.

—Así es.

—No tengo tal información, pero él director debería de saber.—Es bueno tener compañeros de trabajo como él, que se preocupan por sus alumnos sino se presentan a su clase.

Últimamente los jóvenes se cansa de asistir a la universidad, la dejan por perseguir sus sueños y no está mal pero no por eso debería de dejar sus estudios que en un futuro les sera de mucha ayuda tanto en sus sueños, como en sus carreras de actor o artistas.

—Puede ir a preguntarle a él.—Seguiré.

—Gracias y me disculpó por interferir con si tiempo.

Gerald retomó su camino hacia la oficina, esperando que su asistente haya tenido mas suerte que él. No podía hacer gran movimiento o su padre se enteraría, al final no lo pudo sacar de su departamento.

El señor Meyer se encuentra hospedado en una de esas habitaciones, Gerald tampoco tenía el ánimo para estar discutiendo con su padre, por lo que lo dejo ser. Mientras no le salga con una estupidez, todo estará bien entre ellos dos.

—¿Encontraste algo útil?—Entro y cerró la puerta de su oficina.

—Sigo buscado.—¿Por qué se encuentra tan desesperado luego de que fue él quién termino todo?

Tenia que estar preparado para algo como esto, ¿acaso creyó que ese chico vendría rogando? Eso no iba a pasar, el es un orgulloso Simmons Astor. Creí que mi jefe era mas inteligente pero gustar de alguien le afectó el cerebro.

—Sabe bien que es muy difícil poder dar o conocer el paradero de esos jóvenes maestros.

Zuzen, ese mocoso es muy bueno en su trabajo. Con en su poder saber andar un encubridor de señal satelital, de esa manera nadie puede rastrear su ubicación por medio de su celulares o cualquier dispositivo tecnológico.

Un futuro incierto Where stories live. Discover now