capitulo 29

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Las violentas feromonas se desbordan de su cuerpo e inundan todo el lugar, destrozando cada rincón de ese lugar por la furia en su ser. Esos ojos ámbar son como los de un lobo despiadado a segundos de desgarrar la yugular de un animal, o persona.

Golpeaba el escritorio una y otra vez si no hacia eso sentía que se iba ahogarse con su dolencia, desesperación por saber si lo que escucho es lo que estaba e imaginando.

Sabía que no tenía derecho a estar enojado, sentirse traicionado cuando fue él, quién le puso un final a todo y no quiso darle mucho menos un inicio luego de entender que todo lo que empezó y como lo comenzó estaba mal. No quería que Roshan lo viera como un maldito bastardo.

Pero ahora tras escuchar a Roshan hablar tan agitado como si estuviera teniendo intimidad con alguien mas, le hizo dudar de su decisión, creciendo en él una posesividad que desconocía que existía.

No quería tener tales pensamientos, pero el solo pensar que alguien mas este tocando a Roshan, enfurecere horriblemente a Gerald. Queriendo ir y romperle todas las extremidades a esa persona que se atrevió meterse en la habitación de Roshan.

—Jefe.—Abre la puerta del despacho.—La cena ya está lista, ¿comerá en el comedor con su padre o...? ¡¿Qué está sucediendo?!—Cubre su nariz.

¡¿Se metió alguien a robar?! ¿Quisieron hacerle algo a mi jefe? No, eso es imposible a menos que esté perdiendo mis habilidades para no detectar el peligro.

Sin embargo viendo la mirada de mi jefe, esos ojos brillan demasiado al punto en que hay venas al rededor de ese color blanco. ¿Por qué está en ese estado? Se suponía que luego de tanto meditarlo él se animó hablarle al joven maestro Roshan.

¿Entonces que salió mal? Bueno, sería muy comprensible que ese joven no le contestará luego de que fuera rechazado y se sintiera usado después de pasar una noche así de intensa con Gerald.

—¿No le llamo al joven Simmons?—Pregunte con cautela.

Por ayudarle le quede debiendo un favor a esa persona, no sé que diablos me pedirá ese molesto mocoso. Es tan irritante hasta en la forma en que habla todo altanero y burlón.

Tan solo espero que no me vaya a pedir algo vergonzoso porque antes de hacer algo como eso lo liquidó de una vez por todas, tal vez de esa manera mi vida vuelve ser mas tranquila. También estaría bien si el jefe decide dejar de ser profesor y así nunca volver a interactuar con ese molesto Zuzen.

—Si.—Respondió bajito, cayendo de golpe sobre la silla.—Creó que estaba ocupado.—Cubre su rostro con la manos.—No debí llamarle para empezar.

No merezco sentirse de está forma, fui yo quien dejó el camino libre para todo aquel que este cautivado por Roshan, no es una sorpresa y mucho menos un secreto que hay muy muchas personas que estarían dispuestos a todo por una noche con ese joven de radiante cabello rojizo.

Aprovecharse de él en un momento de vulnerabilidad como lo que está viviendo en estos momentos, sus tíos están gravemente enfermos según lo que investigo Pol, hace tres días. Desde entonces no había vuelto a saber nada de Roshan.

—¿Como que ocupado?—Me entró curiosidad.

—No lo sé, no respondi cuando empezó hablar...no sabia que decir.—Fue lo mejor.

—¿Desde cuando es un idiota?—Preguntó, estaba molesto pues había otorgado un favor a Zuzen y para nada.

Pol—Ve fríamente a su asistente-guardaespaldas.

—Pol nada.—Estrelló sus manos en el escritorio.—¡Deje de hacer malditas suposiciones y solo confirme lo que sea que este pasando por su cabeza!—Vio directamente esos ojos ámbar.—Ya no es un adolescente para que actúe de está manera, si empezó con esto entonces hágase responsable y acepté todo el desprecio que venga después.

Un futuro incierto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora