capitulo 15

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No puedo sacarme de la cabeza la conversación de esa noche, debería de continuar con mi vida sin preocupaciones como lo quería. Ya no tengo que lidiar con Gerald, sin embargo su cambió de actitud me está haciendo sentir extraño.

¿Acaso soy un masoquista y no lo sabía? Todo se vuelve cada vez más una tela de araña enredada la cual no puedo desenredar.

Me hubiese ido con mis padres y nada de esto estaría pasando, estoy seguro de ello. ¿Cómo salgo de este lío? ¿Cómo le hago para no sentir la necesidad de mirar a ese hombre de ojos ambar?

¿Está bien comenzar desde cero? ¿Intentar conocerlo mejor y ver hasta dónde llega está relación de maestro-alumno? O, es que quiero algo más que solo eso. Si mis padres se llegarán a enterar de esto estarían furiosos.

"—¿Quién demonios dejo entrar a un perpetrador a la universidad?" Eso es lo que diría mi papá, estoy muy seguro de ello.

No le parecerá nada correcto que me haya involucrado con docente, aunque aquí el único culpable soy yo. No logré controlar mis impulsos y solo me deje guiar por ellos.

Sin embargo, con respeto a mi padre. Él haría algo completamente diferente como por ejemplo; envíar a esa persona a nadar en el centro del mar luego de quebrar una de sus extremidades.

Cuando creí que todas las cosas estaban volviendo a su sitio, todo se vuelve una vez más enredadas. Solo tengo 20 años, ya pasé la época de rebeldía eso años cuando se supone que las hormonas se te alteran.

Pese a eso, parecere que a mí me está sucediendo ahora, si tan solo no lo hubiera besado impulsivamente en dos ocasiones, ahora mismo no tendría el deseó de volver a besarlo.

—¡Maldición!—Grito en voz alta.

Sus manos se aferra todavía más fuerte del volante del auto, acelerado a más no poder en esa carretera solitaria. Dejó de lado todos esos pensamientos innecesario y solo se enfocó en conducir ese auto que tanto había extrañado.

Hoy es fin de semana por lo que Roshan y Zuzen vinieron a la pista de carreras, a correr después de unas cuantas semanas sin tocar sus autos.

Ambos amigos están compitiendo cómo si su vida dependiera de ello, el ganar lo iba conceder un deseo al perdedor.

Asha quería venir también, sin embargo no pudo porqué salió con sus abuelos. Ellos le pidieron que les acompañe, quería analizar el comportamiento de su nieta, saber si de alguna manera le está afectando el no estar cerca de su destino. Ya falta poco para que sus padres regresen y decidan que hacer.

—Hasta que reaccionas.—Comentó Zuzen atraves de su auricular.—Por un instante creí que una tortuga era más rápida que tú.—Se burlo.

—¿Es por eso que sigues detrás de mi aún?—Acelero.—Ni así puedes tomar la delantera.

—¿Quién dice que voy detrás de ti?—Ambos miran a una sola dirección.

Ambos iban parejos, ninguno quería seder. La meta estába a unos cuantos metros de sus ojos, al ver eso. Los dos aceleran aún más.

—¡Siii!—Cantó victoria.

Roshan fue quién cruzó la meta antes de que Zuzen, un poco más rápido y hubiera sido Zuzen quién ganaba dicha carrera.

—Has mejorado.—Expresó el alfa de cabello rojizo.

Si estuviéramos en la época de nuestros primeros años de adolescencia, esto ni siquiera estaría pasando porqué Zuzen ni siquiera hubiera logrado alcanzarme.

—Sí, también lo he notado.—Se quita el casco para entregárselo a los empleados.—¿En qué estabas pensando?—Caminan hacía dentro de la pequeña casa de ese lugar.—Por poco y me rompes el tímpano al momento en que maldecías.

Un futuro incierto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora